REYNOSA, TAM.- Nathaly Cartas León, la joven que estaba en su octavo mes de embarazo y que fue asesinada por una joven de 17 años que no podía embarazarse, quien le abrió el abdomen con un cuchillo para robarle el niño, buscaba trabajo y apoyo en Facebook para reunir 2 mil pesos que le cobraban para atender su parto, sin saber que encontraría en la red social su muerte y la de su bebé.
Lejos, muy lejos estaba la joven estudiante de la carrera de Licenciada en Nutrición que en las redes sociales se ocultaba una joven criminal, que debido a que no podía darle un hijo a su pareja, estaba dispuesta a todo, como el acto de barbarie que cometió la tarde del miércoles.
MEDIA HORA tuvo acceso a los últimos mensajes que escribió en Facebook la joven mujer que tenía 20 años de edad y que fue despiadadamente sacrificada. Los mensajes fueron compartidos por algunos amigos de la chica en esta red, donde se denota su desesperación por reunir el dinero para pagar lo que le iban a cobrar en el Hospital Materno Infantil.
Si Nathaly hubiera contado con recursos, con el apoyo de gente, incluyendo su pareja, si alguna trabajadora social, o algunos de los tantos políticos que dicen servir a la gente la hubieran escuchado, su historia y la de su bebito, de sexo masculino, no hubiera tenido el desenlace tan horrible que desde la noche del mismo miércoles reveló HORA CERO.
Es cierto, los hubiera no existen.
La llegada del niño estaba prevista para la tercer semana de enero, por ello, dos meses antes de que esto ocurriera, la joven vecina de la colonia Integración Familiar, donde vivía con su esposo, estaba desesperada, pues no tenía ni un centavo para pagar la atención médica, y lo que más le urgía era un ultrasonido.
Este fue, tal cual, el mensaje que compartió el pasado 24 de noviembre en un grupo de Facebook denominado Tianguis de Los Muros, donde se interactúa la gente, principalmente, para comprar y vender diversos artículos y para divulgar mensajes en general.
“Hola amigos, buenos días, de la manera más humilde les pido q si conocen a alguien que necesite q le ayude con los que acere de su casa.. Estoy embarazada tengo 7 meses, nadien me da trabajo y tengo seguro popular pero necesito realizarme un ultrasonido.
“Me hice el último hace un mes por ayuda una señora, pero como algunos saben en el seguro no todo es gratis, me dijeron que tendré cesárea y pagaré $2000. Por ahora vivo con una amiga… pero de verdad me urge algo el trabajo, lo que sea en q me puedan ayudar se los agradesco de todo corazón y dios los vendiga (sic).
El mensaje lo cierra con la siguiente frase: “Por lo pronto saldré a ver quien me ofrece algo para el día de hoy”.
El llamado de Nathaly Cartas León tuvo eco en muchas personas, la mayoría le mostraron su solidaridad moral, hubo quienes le ofrecieron ropa para el bebé, que habría dicho por face ese mismo día, sería niño. Tuvo un ofrecimiento de trabajo y hasta un sujeto le hizo propuestas indecorosas, a lo que tanto ella como algunas de las personas que se sumaron al diálogo le pidieron respeto y que se abstuviera de hacer ese tipo de comentarios.
Hubo también quien llegó a criticarla, y muchos aseguraban que en el Hospital Materno Infantil y en el General cobran por atender un parto, a lo que ella insistía que ya le habían dicho que eran 2 mil pesos. Muchos dijeron que efectivamente en casos como el de ella, que tenía algunas complicaciones de salud y requería una atención especial, sí había un cobro establecido.
En medio de los diálogos abiertos en el muro del Face, y dada la desesperación, Nathaly publicó abiertamente su teléfono celular.
De acuerdo con los agentes investigadores, ahí en esa red de gente que interactuaba y otra que sólo leía los mensajes, estaba la joven asesina, quien al ver el teléfono celular le llamó para ofrecerle ayuda.
La joven asesina había perdido un bebé en abril pasado, pero había engañado a su pareja y al resto de su familia, diciéndoles que estaba embarazada y que su bebé llegaría por estas fechas.
Por ello se acercó a Nathaly y la envolvió.
La tarde del miércoles, mediante engaños la llevó a su casa ubicada en la colonia Santa Fé, donde la sacrificó, y pensando que el bebé sobreviviría, lo llevó al Hospital General, donde afloró la verdad.
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