México, D.F.-
Bajados del altar deportivo, expuestos al escrutinio y la crítica de los aficionados que anteriormente los idolatraban, algunos atletas han tenido que dar explicaciones y pedir disculpas al ser descubiertos en una situación que empaña su imagen.
El ciclista texano, Lance Armstrong, reconoció en entrevista con la presentadora Oprah Winfrey haber consumido sustancias dopantes, que impulsaron su camino rumbo a la conquista de varios títulos en el ciclismo, entre los que sobresalen los siete que consiguió en el Tour de Francia.
“Estoy aquí para reconocer mis errores y pedir disculpas. Los cinco que no se doparon en aquellos Tours de Francia fueron los verdaderos héroes”, dijo Armstrong. “Pero yo tomé mis decisiones, son mis errores y aquí los reconozco y me disculpo”, confesó.
“Fue un cuento de hadas perfecto que no era verdad. Lo que dije por mucho tiempo no fue la verdad”, agregó.
De esta forma, Armstrong se une a la lista de deportistas que han sido bajados del Olimpo y han tenido que comenzar desde cero para ganarse el perdón de la opinión pública y recuperar la confianza perdida.
Uno de los casos más sonados fue, sin duda, el protagonizado por el golfista Tiger Woods, quien fue acusado de infidelidad por su esposa Elin Nordegren, de quien se divorció tras el escándalo y tuvo que pagar una fuerte suma; además, perdió varios patrocinios.
“El problema aquí era mi reiterado comportamiento irresponsable. Yo fui infiel. Tenía historias, hice trampa, lo cual no es aceptable, y yo soy el único culpable”, declaró Woods, quien aceptó someterse a terapia para tratar su “adicción al sexo”. “Los he defraudado a todos ustedes y ofrezco disculpas por mi actitud”.
Por su parte, en el caso de dopaje que salpicó al beisbol de Grandes Ligas, los primeros en dar la cara fueron Alex Rodríguez y Mark McGwire.
A-Rod aseguró que cuando inició con los Rangers de Texas en el 2001 sintió una gran presión por lucir bien, lo cual lo llevó a usar esteroides. “Sí, usé una sustancia prohibida. Por eso me disculpo y estoy profundamente arrepentido”.
Bajo los mismos términos se expresó Mark McGwire, quien dijo que fue un “tonto error” haberse dopado y hubiera deseado jamás hacerlo. “Me disculpo de verdad. Al poner las cosas en perspectiva, hubiese deseado nunca haber jugado en la era de los esteroides. Sabía que este día llegaría y ha llegado la hora de hablar sobre el pasado y confirmar lo que la gente sospechaba”.
En el tenis, Andre Agassi confesó en su autobiografía titulada “Open” haber usado drogas en alguna ocasión durante su carrera, incluso dio positivo en un control antidopaje, pero mintió a la ATP para que dejaran pasar el caso.
El entrenador en jefe de los Patriotas de Nueva Inglaterra, Bill Belichick, también tuvo que ofrecer una disculpa pública en el 2007 por el escándalo de espionaje, aunque él fue más escueto al asegurar que “aunque sigue siendo un asunto de la liga, me quiero disculpar con todos los afectados, especialmente con los dueños, el personal y los jugadores” y reiteró que fue por la interpretación que él le dio a las reglas.
Finalmente, el boxeador mexicano, Julio César Chávez Jr., se valió de las redes sociales para disculparse por haber consumido mariguana previo a su pelea ante Sergio “Maravilla” Martínez, en la que perdió su título de los pesos medianos del Consejo Mundial de Boxeo.
“Cualquier explicación o justificación que trate de dar por los recientes acontecimientos será poco o nada convincente, por ello quiero hacer del conocimiento de todos, que asumo plenamente la responsabilidad de mis actos así como las consecuencias de los mismos. Quiero disculparme ante todas aquellas personas que se sienten decepcionadas o agraviadas por mi comportamiento, solo yo se las causas y solo a mí me corresponde enfrentarlas”, escribió en su cuenta de Twitter, y prometió que viviría una nueva etapa.
Estos son sólo algunos de los deportistas que han tenido que salir a dar la cara para admitir su culpa, como lo hizo ahora el ex ciclista Lance Armstrong.
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