En los distritos de Nuevo Laredo y Matamoros, el Partido Revolucionario Institucional debe echar mano a unos verdaderos kamikazes.
Son dos distritos francamente perdidos para el tricolor, donde los alcaldes panistas mantienen un férreo control sobre el voto urbano.
En Matamoros se establece claramente que LETICIA SALAZAR pretende ganar la elección y de paso apoyar el trabajo del abanderado del blanquiazul en el distrito de Río Bravo, pues la ciudad que maneja aporta un porcentaje que puede significar la diferencia entre la victoria y la derrota del tricolor.
Mucho se especula que LETICIA quiere como candidato a LUIS BIASI, con quien lleva una descarada y amigable relación que va más allá del plano laboral.
LETICIA y BIASI hoy son los socios de sueños y ambiciones en la política, donde meterán todo su talento e inteligencia para tejer sus metas y la primera que tienen en mente es ganar la diputación federal y después lanzar a la alcaldesa como abanderada del PAN a la gubernatura.
Sin embargo, el patriarca de la familia SALAZAR pretende que la candidata del PAN sea su otra hija VERÓNICA, actualmente presidenta del DIF matamorense y como premio de consolación a BIASI, convertirían a su madre en la titular del DIF fronterizo.
LETICIA ganaría la elección con cualquiera de las dos opciones, en el caso de que no fuera BIASI, realmente no sacrificara nada y sólo pospondría un tiempo su proyecto para buscar más adelante la diputación local.
Por ello es que el PRI necesita un abanderado que se lance con todo en busca del triunfo, que conozca de operación política y sea reconocido en las bases de todos los ejidos y colonias de la ciudad.
En ese tenor parece ofertarse con todas esas cualidades el exalcalde MARIO ZOLEZZI, pero en realidad estaría muy lejos de garantizar el triunfo al partido tricolor.
El gran favorito para ser el candidato en Matamoros, es BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, actual director general de Aserca, pero quien se niega a dejar su cómodo escritorio en la ciudad de México para meterse a una aventura donde puede perder la elección terminando su leyenda política y sus ganas de ser candidato a gobernador. Es mucho lo que expone y pocas las expectativas de ganancia.
Es difícil para el PRI tener un candidato fuerte y popular, al grado de llegar a pensar en otro exalcalde como ERICK SILVA SANTOS, el hombre que alcanzó una votación récord cuando llegó al triunfo.
Sin embargo, ERICK sufrió los furiosos embates desde el interior del propio PRI, donde lo pintaron como un personaje desobligado, indisciplinado y lo peor como uno de los políticos más corruptos que pisaron el municipio. Los ataques fueron feroces, pero en las acostumbradas arrepentidas del sistema terminaron contratándolo en la Secretaria General de Gobierno.
En ese contexto, ERICK podría ser el kamikaze que necesita, pues al contrario de BALTAZAR tiene mucho que ganar y poco que perder.
En Nuevo Laredo, pasa lo mismo con el exalcalde RAMÓN GARZA BARRIOS, quien al igual que ERICK fue objeto de una furiosa campaña interna como lo colocaba como un personaje que desviaba recursos para su provecho personal.
Hablaron del despilfarro y la deuda millonaria que dejo RAMÓN GARZA BARRIOS y lo convirtieron en el judas favorito para golpearlo peor que una piñata.
En Nuevo Laredo, el alcalde CARLOS ENRIQUE CANTUROSAS tiene la obligación de hacer ganar al candidato panista a la diputación federal pensando que tiene grandes proyectos en el 2016.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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