A nivel nacional desde el 2001 se puso en marcha un programa que se llama de Acción de Arranque Parejo en la Vida, el cual es insuficiente dado que continúan presentándose las muertes maternas, como comentábamos en la columna de ayer 640 mujeres embarazadas han fallecido poco antes de dar a luz, durante el parto y en los 42 días posteriores a éste durante el presente año en México.
La situación empeora en la zonas rurales del país y pese a existir el Programa Acción de Arranque Parejo en la Vida puesto en marcha desde el 2001 por la Secretaría de Salud federal, por lo visto sus alcances están limitados porque no se ha podido abatir el número de mujeres que mueren como consecuencia de un embarazo.
Ello y los casos documentados en diferentes partes del país de desatención a mujeres embarazadas que incluso han tenido que dar a luz en el jardín del hospital por no contar con seguro médico, ha obligado al Congreso federal a emitir una iniciativa que obligue a los hospitales públicos a atender a las parturientas que no estén aseguradas.
Esta medida, aunque tardía ya que el propio Enrique Peña Nieto hizo alusión al programa “Cero Rechazo” a principios del año, los legisladores reaccionaron muy lento a la emergencia que se observa en el país de mujeres desprotegidas por los servicios de salud, vendrá a poner un alto a la injusticia que viven cientos de mujeres en México, las más pobres, las más desatendidas, las más olvidadas, pese a que son las que se encargan de traer al mundo a nuevos mexicanos.
Pues bien, al escribir sobre este tema, el secretario de Salud, Norberto Treviño informa que en el caso de Tamaulipas existe el programa de Salud Materna y Perinatal cuyo objetivo es brindar servicios de primer nivel de atención en hospitales para lograr llevar a buen término los embarazos, mediante la detección oportuna de factores de riesgo en las señoras embarazadas.
“La Atención de las Embarazadas en nuestro estado es una prioridad, por lo que las emergencias obstétricas son atendidas con apego al Convenio General de Colaboración de Emergencias Obstétricas, firmado el 9 de noviembre de 2009 por los representantes de la Secretaria de Salud de Tamaulipas, IMSS e ISSSTE. Finalmente, informo que, además, existe en nuestro estado, coadyuvando con la Federación, desde noviembre de 2009 el programa “Cero Rechazo”, que significa que cualquier tamaulipeca debe ser atendida (si lo considera urgente) en cualquiera de nuestros hospitales, sin considerar su derechohabiencia”, esa disposición vendría a adelantarse a lo que apenas están legislando en el congreso federal.
Sin embargo, Tamaulipas sigue presentando la muerte materna, en lo que va del año, explica el doctor Treviño han fallecido doce mujeres, hoy el objetivo es que ese número, que aunque es menor que la media nacional calculada en 37.8 por ciento, mientras que la entidad tiene el 30.7 por ciento,sigue siendo alta si se toma en cuenta todos los efectos que produce la muerte de una madre en una familia, que como indiqué es irreemplazable.
A la larga al Estado mexicano le cuesta más cada muerte de una mujer embarazada, porque considerando como está organizada la familia mexicana, es en ella en quien recae la mayor responsabilidad del cuidado de los hijos y no es suficientemente valorada.
Esperemos que el programa “Cero rechazo” aunado al plan de atención a las mujeres gestantes poco a poco de como resultado que Tamaulipas alcance cero muertes maternas, ésto sería un gran logro para un estado que ha pasado momentos muy duros.
Agradezco al secretario de Salud leer esta columna y proporcionarme datos valiosos sobre la gestión que realiza en la dependencia a su cargo.
LA CULTURA DE LAS PASTILLAS
“Los seres humanos somos criaturas muy resilientes. Hemos sobrevivido millones de años gracias a esta capacidad para afrontar la adversidad y sobreponernos a ella. Ahora mismo, en Irak o en Siria, la vida puede ser un infierno. Y sin embargo, la gente lucha por sobrevivir. Si vivimos inmersos en una cultura que echa mano de las pastillas ante cualquier problema, se reducirá nuestra capacidad de afrontar el estrés y también la seguridad en nosotros mismos. Si este comportamiento se generaliza, la sociedad entera se debilitará frente a la adversidad. Además, cuando tratamos un proceso banal como si fuera una enfermedad, disminuimos la dignidad de quienes verdaderamente la sufren”, declara el siquiatra estadounidense, Allen Frances, ex director del Manual Diagnóstico y Estadístico.
El médico dice que la sociedad actual tiene que cambiar sus hábitos de sueño, porque la falta de éste provoca ansiedad e irritabilidad, lo que lleva al consumo de pastillas.
Y añade que uno de los avances en salud en la historia reciente es la disminución del consumo de tabaco que en Estados Unidos se ha reducido a menos del 20% cuando hace 25 años el 65% de la población fumaba.
Lo cual permite pensar que todo cambio es posible pero se requieren modificaciones en la forma como los seres humanos estamos viviendo, este principio aplica a todo el entramado de servicios de salud, se requiere una postura diferente ante los problemas que tiene la población mexicana y tamaulipeca, especialmente.
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