México, D.F.-
El presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, propuso la refundación del sol azteca a través de un partido-frente, el cual permitiría a las corrientes internas convertirse en minipartidos supeditados a un órgano de dirección nacional.
“Soy de los partidarios de un partido-frente que reconozca la necesidad de organización de las corrientes al interior del partido, estando unidos en programa y principios, pero dando el derecho de mantener nuestros diferentes puntos de vista. (Las corrientes) serían un suerte de minipartidos, con el reconocimiento de una dirección nacional”, explicó.
Entrevistado por EL UNIVERSAL, adelantó que esta discusión será parte de la “renovación impostergable del PRD”, la cual se definirá durante el Congreso Nacional, que se llevará a cabo en la primera quincena de diciembre.
Aseguró que la propuesta, la cual avala la corriente mayoritaria Nueva Izquierda (NI), daría autonomía política y financiera a las distintas expresiones o grupos internos, incluso cabría la posibilidad de poder conseguir —con candados— recursos económicos alternos, pero transparentando el origen de los mismos y sin beneficiarse del dinero de gobiernos.
Según Zambrano, el “partido-frente” es una propuesta similar a la que se aplicó en Uruguay y reconocería la existencia de las corrientes, y éstas tendrían que registrar sus plataformas ideológicas y de organización en los documentos del partido, con el claro compromiso de respetar el programa general del partido, así como la línea institucional reconocida por el IFE.
“Tendría que quedar claro que habría una posición oficial del PRD ante distintos temas de la realidad nacional y las corrientes, al tener su derecho de externar su opinión, darían su opinión, la cual no sería la del partido en su conjunto”, relató.
Zambrano Grijalva explicó que la fuerza y la influencia de cada corriente se daría en función de los resultados de las elecciones internas y del número de consejeros estatales, nacionales y congresistas, pero respetando al militante o ciudadano que no quiera ser parte de alguna de las siete expresiones que hay en el PRD.
Reconoció que esta propuesta no tiene el consenso necesario, ya q ue hay corrientes que piensan que sería la “institucionalización de la división”, lo cual negó ya que desde su perspectiva es la mejor manera de modificar las reglas de convivencia interna. “No podemos seguir siendo un instituto político identificado como el partido del no, donde no hay ningún tipo de posibilidad de acuerdo ni de diálogo constructivo. La propuesta es convertirlo en el partido del sí.
“No podemos seguir dirimiendo nuestras naturales diferencias por causes que rayen en los linderos del escándalo, de la rijosidad o de la anarquía interna del PRD, donde algunos creen que la única regla que existe es que no regla. Eso no puede ni deber ser”, finalizó Zambrano.
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