Ciudad del Vaticano. / Ene. 02
El Vaticano reportó un total de 20 agentes de pastoral católicos, desde obispos hasta fieles, muertos de manera violenta durante 2008 en todo el mundo.
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos de la Sede Apostólica dio a conocer estos datos en un informe especial que contiene nombres, biografías, lugares y causas de muerte de sus colaboradores.
En los últimos 12 meses perdieron la vida violentamente un arzobispo, 16 sacerdotes, un religioso y dos voluntarios laicos.
Asia fue el continente con mayores homicidios: ocho en total, distribuidos cuatro en India (donde se desató en la segunda parte del año una furiosa violencia anticristiana), uno en Irak, uno en Sri Lanka y otro más en Nepal.
La nota vaticana destacó el fallecimiento de Paulos Faraj Rahho, arzobispo caldeo de Mosul (Irak), secuestrado al final del Vía Crucis, a la salida de la iglesia del Espíritu Santo, la misma dónde un año antes fueron asesinados el párroco y tres diáconos.
Los siguientes continentes más peligrosos son América Latina y Africa con cinco casos cada uno. Se registraron dos casos en México, uno en Venezuela, uno en Colombia y uno en Brasil.
Dos decesos más registraron en Kenia, uno en Guinea Conarky, uno en Nigeria y el restante en la República Democrática del Congo. Cerró la lista Europa; en Rusia dos sacerdotes jesuitas fueron hallados muertos en su casa.
Los sacerdotes que murieron en México fueron Julio Cesar Mendoza, agredido en su parroquial, y Gerardo Manuel Miranda, asesinado con un disparo en el pecho cuando entraba en el instituto “Fray Juan de San Miguel” del que era director.
En su vivienda en Caracas (Venezuela) fue encontrado el cadáver del sacerdote Pedro Daniel Orellana Hidalgo. En el cuerpo había signos de estrangulamiento, las manos atadas, una mordaza en la boca y numerosos golpes.
Jaime Ossa Toro, del instituto para las Misiones extranjeras de Yarumal, fue acuchillado en Medellín, en el Noreste de Colombia. El cuerpo fue encontrado en su vivienda, junto a la iglesia de Emaús, dónde era párroco.
Por último, el sacerdote Nilson José brasileño, fue asesinado a cuchilladas en el estado brasileño del Paraná, y su cuerpo tirado en la calle, entre la paja y la hojarasca, víctima de un atraco.
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