Reynosa, Tamps.-
Con la elaboración de altares conformados de flores, comidas e imágenes, instituciones educativas, políticas y gubernamentales intentan rescatar en esta frontera norte tamaulipeca la tradición mexicana del Día de los Muertos.
El historiador y cronista de esta frontera, Reynaldo López Olivares, refirió que la colocación de altares en esta zona y culto a los muertos se realiza de una manera sencilla, en relación a otras entidades del país, donde las costumbres son más apegadas.
El investigador mencionó que previo a esta celebración, en algunas escuelas, casas-habitación y oficinas públicas, colocan altares con el fin de recordar a los familiares, amigos o compañeros que ya fallecieron.
Expuso que con el paso de los años, en esta ciudad han cambiado los procesos de velación, pues antaño, cuando una persona fallecía, ésta era velada por espacio de tres días en su domicilio particular, hasta donde arribaban familiares y amigos con flores, veladoras y alimentos.
El historiador dijo que con el paso del tiempo esta costumbre se ha ido perdiendo, pues en la actualidad el 98 por ciento de las personas son veladas en casas funerarias donde no se permite encender veladoras y en cambio se enciende un foco en señal de “luz”.
En esos recintos los cuerpos son preparados para resistir la elevada temperatura que persiste gran parte del año, y se sepultan en promedio a 24 horas de haber fallecido.
“Las costumbres cambian a lo largo del tiempo gracias a la mezcla de culturas, ideas y tradiciones que se viven en una ciudad como Reynosa, donde ahora en lugar de vestir de negro en señal de luto, la gente ha optado por utilizar el color blanco en señal de tranquilidad y paz”, dijo.
López Olivares mencionó que hasta en la forma de velar y sepultar a los que mueren se ha imitado de los vecinos de Estados Unidos, pues dijo que tampoco están exentos los panteones que venden sus lotes “estilo gringo”, que consiste en colocar césped y una pequeña lápida sobre la tumba, sin hacer edificaciones como antaño.
El cronista mencionó que el arribo de personas originarias de estados como Veracruz a esta frontera durante los últimos años, así como de Guanajuato, San Luis Potosí, Nuevo León y el Distrito Federal, entre otros sitos, ha permitido que las tradiciones netamente mexicanas empiecen a cobrar vida.
En esta temporada arriban a Reynosa vendedores de flores como la pata de león y cempasúchil, pan, naranja y caña entre otras frutas de temporada provenientes de otras entidades del país, que permiten preservar estas tradiciones, resaltó.
López Olivares puntualizó que en esta zona fronteriza la celebración del Día de Muertos se limita a visitar los panteones, colocar ofrendas, limpiar las lápidas y en algunos casos realizar alguna oración o bien acudir a misa.
La mayor parte de la población continúa con sus actividades normales y, a diferencia de las familias que residen en otras entidades, en esta zona no se degustan platillos y bebidas que a los difuntos les gustaban, ni se realizan rosarios en las casas, remarcó
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