La ejecución del mexicano José Ernesto Medellín se mantiene en suspenso, luego que el vocero de Departamento de Justicia Criminal de Texas, Jason Clark, informó a las 18:13 horas (tiempo local) que la ejecución, programada a las 18:00 horas, “aún no se ha iniciado”.
Los abogados de Medellín esperan que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos acepte el aplazamiento que solicitaron, o bien que el gobernador texano, Rick Perry, decida postergar la ejecución, aunque no puede ser por más de 30 días.
En las afueras de la prisión de Huntsville, un grupo de apoyo a las víctimas de Medellín rompió en aplausos en punto de las 18:00 horas, pensando que había iniciado el ritual en el que una inyección letal acaba con la vida de los condenados a muerte.
Los 41 testigos, entre funcionarios estadounidenses, amigos del condenado y familiares de las víctimas, se mantienen en el interior de la sala de ejecuciones, mientras que los familiares de Medellín, quienes lo visitaron en las primeras horas de este martes, no han sido vistos cerca de la prisión.
El gobierno de Texas tiene hasta las 23:59 horas de este día para llevar a cabo la ejecución, pero el retraso de la misma hizo renacer las esperanzas en que ésta sea suspendida o, por lo menos, aplazada.
Medellín está acusado de violar y matar a dos jovencitas menores de edad en 1993, en Houston, como parte de un rito de iniciación de la pandilla de la cual formaba parte el tamaulipeco de 33 años de edad.
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