Villahermosa, Tabasco.-
La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) consideró que los cuatro niños encontrados muertos en una fosa clandestina del poblado de Tapijulapa, municipio de Tacotalpa, “ya llevaban tiempo” de haber fallecido, en tanto que la Comisión Estatal de Derechos Humanos pidió a las autoridades proteger la integridad de las familias de las víctimas.
Los cuatro menores, incluyendo una niña de 10 años de edad, cuyos cuerpos fueron sepultados este sábado, salieron de sus casas el martes 24 de abril para ir a la escuela primaria a donde nunca llegaron.
El martes 24 de abril, a las 7:00 horas, los hermanos Blanca Elena, Gustavo Adolfo y Jesús Alberto Gutiérrez Álvarez, de 10, 8 y 7 años, respectivamente, así como Samuel Vázquez Gómez, de 7 años, salieron de sus casas rumbo a la escuela, pero nunca llegaron al plantel educativo.
Los familiares de los menores se dieron cuenta de la desaparición de sus hijos ese mismo martes, pues no regresaron a sus domicilios a la hora acostumbrada. De inmediato interpusieron la denuncia y las autoridades iniciaron la búsqueda.
El procurador informó posteriormente que aproximadamente a tres kilómetros de Tapijulapa, en el rancho “miel y leche”, propiedad de Álvaro Solís Ordóñez, encontraron un lugar donde había “tierra recién removida y allí apareció la mano”. En el lugar descubrieron que estaban sepultados, a poca profundidad los cadáveres de la niña y de los tres niños.
Según la necropsia “los cadáveres están completos, es decir no les fueron quitados órganos y tampoco recibieron algún otro tipo de ataque”.
El procurador de justicia dijo que se siguen “varias líneas de investigación”, y están declarando el encargado y los trabajadores del rancho “Miel y leche”.
Discussion about this post