México, D.F.-
Priscila Collins es una de las modelos seleccionadas para concursar en el certamen Miss Bikini, que premia a las mujeres del fitness más candentes. Esta chica llega desde la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, para demostrar que una mujer puede tener músculos y no perder la sensualidad.
“La feminidad es parte de la mujer y este deporte la mejora y la potencia. Creo que toda mujer que se siente bien y en armonía con su cuerpo se siente más femenina”, respondió la morena.
La modelo, que nació en Minas Gerais, sueña con poner su propio gimnasio y formar más cuerpos femeninos que pueden transmitir la cadencia natural que poseen las brasileñas.
Como buena representante de la verdeamarela, Priscila ama el carnaval y la samba, pero su verdadera pasión está en el gimnasio, a donde acude todos los días para esculpir la figura que nos muestra en esta sesión de fotografías.
“Siempre me gustó el campo del modelaje competitivo y vi en el fitness la posibilidad de mostrar a través de mi cuerpo lo que mi país, Brasil, representa”, comentó Priscila, quien se ha convertido en la representante de su nación para el certamen Miss Bikini.
“Amo este deporte, nunca vamos a perder nuestra parte femenina, todo lo contrario. Este deporte nos da mucha autoestima y seguridad ya que mejora nuestro físico dejándolo bien formado y lindo”, indicó Priscila al responder a las críticas que señalan que el fitness no es para mujeres femeninas.
“Esta disciplina nos enseña una vida sana y equilibrada para enfrentar el día a día, nos enseña respeto y nos guía con sus logros hacia una plenitud física y mental”, agregó.
La escultural brasileña se define como una guerrera nata, también indicó que su hombre ideal sería un “compañero leal y muy romántico”. Además, la sensual morena dijo que siempre da amor sin esperar nada a cambio.
Priscila Collins quiere dejar huella como “una chica que supo amar a las personas independientemente de sus diferencias y que fue admirada por su disciplina y ganas para enfrentar los desafíos”.
Finalmente, la modelo brasileña contó una de sus mayores travesuras, “cuando era adolescente escondía la ropa de mi hermana en mi mochila y la vestía fuera de casa para salir con mis amigas”, por supuesto era ropa más sensual.
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