México, D.F.-
La satisfacción es total. Sonriente, optimista, entusiasmado, así se ve Ricardo Peláez, más no se conforma. El presidente deportivo del América quiere todo.
“Estamos ilusionados”, expresa a EL UNIVERSAL. “Y queremos que nuestra afición esté contenta. Deseamos tener un cierre de torneo con victorias consecutivas, queremos ganar los clásicos y ser campeones. Muchas cuestiones que requieren esfuerzo diario por parte de todos los jugadores y en eso estamos bien metidos”, promueve.
En ese anhelo de conquistar los clásicos, a las Águilas sólo les falta uno: Cruz Azul. Después de sacudir a Pumas y de echarle una última palada al Guadalajara, la Máquina aparece en el cierre del calendario y a la que podrían eliminar, aunque primero aparece el Puebla, su próximo rival.
“Ahora hay que pensar en Puebla, que es el siguiente objetivo, tener un buen cierre de torneo, con victorias consecutivas, ojalá se pueda y lleguemos a la Liguilla de la mejor forma”, comenta Peláez.
— Se les presenta la posibilidad de vencer, en el mismo torneo, a los tres grandes.
“Sí, esa ilusión tenemos, pero primero hay que vencer al Puebla e ir paso a paso, y después pensar en Cruz Azul. Creo que así nos hemos venido manejando desde el principio, partido a partido. No va a ser fácil. Puebla también tiene mucho que dar, nosotros respetamos a los rivales”.
Mas ante la opción de superar a los celestes, “tenemos la posibilidad, hay que pelear a muerte y lo vamos a hacer”.
Respecto a la estancia en Sumiya, Morelos, el directivo explica: “No fue descanso, ellos no pararon. Ayer en la mañana [martes] desayunaron en Coapa, se fueron a Sumiya, llegaron, entrenaron y en la tarde tuvieron un espacio de esparcimiento, de reflexión, de descanso, de sacarlos un poquito del entorno de todos los días, esa era la idea. Y estuvieron en el hotel, ahí cenaron y hoy en la mañana entrenaron, vieron el partido [Chelsea vs Barcelona] y se regresaron. Se trataba de sacarlos de la rutina, del entorno diario”.
Era una obligación calificar
Por todo eso, “sí, estamos contentos”, pero todavía no canta victoria, porque “siempre he pensado que la calificación, más que un objetivo, es una obligación”.
Entonces, “hemos cumplido con un reto, para nuestra afición era importante levantarse —luego de la temporada anterior— y afortunadamente calificamos prácticamente dos jornadas antes. Estamos contentos, esa es la realidad”, saborea, mientras se frota las manos, en espera de alcanzar los anhelos pendientes.
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