Guadalajara, Jal.-
Su semblante es de preocupación, aunque con palabras intenta calmar las aguas. Chivas está al borde de la eliminación, tanto en el Clausura 2012, como en la Libertadores. Y el técnico Ignacio Ambriz sabe que un tropiezo como ese puede costarle el puesto.
“Es normal, cualquier entrenador cuando llega a un equipo debe tener las maletas preparadas, pero no me espanta, porque he trabajado intentando que esto mejore, por lapsos se ha logrado, por otros no. Hoy debemos regresar a la concentración y descansar para viajar a Monterrey (enfrentará a Tigres)”, explica.
La posibilidad de salir está latente, pero no será él quien tome la decisión. Del Guadalajara no se va, a pesar de las cuatro derrotas consecutivas que tiene el equipo. “No, yo pocas veces soy de abandonar barcos, no me gusta, porque mi carrera siempre ha sido de luchar, trabajar, poner la cara, recibir las balas. Te soy sincero, no [renunciaría] porque sé qué clase de equipo estoy dirigiendo. Es cierto que de repente dices: ‘En la torre, hoy nos toca la de malas’, pero al final, el trabajo te tiene que sacar adelante”.
En Libertadores, la única esperanza del Rebaño es ganar como visitante al Deportivo Quito por diferencia de cuatro goles y además esperar que el Defensor Sporting no derrote al Vélez. El panorama es complicado.
“Sé que sería la peor [participación de Chivas en Libertadores] y me puede tocar a mí, pero Quito me queda todavía muy lejos, tengo que pensar en Tigres. Hay una pequeña posibilidad, pero tenemos que pensar en el partido que sigue, levantarnos el ánimo, porque quedan partidos donde el equipo tiene que dar la cara”.
Finalmente, encuentra en la juventud de su plantel una razón para explicar la derrota. “Es una transición que está haciendo el club. Sabíamos que había mucha gente joven, pero te apuesto que estos partidos les ayudan a forjar el carácter y el equipo debe aprender cómo jugar este tipo de torneos. Para mis jugadores debe ser una muy buena enseñanza”, concluye.
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