México, D.F.-
Julio Alemán falleció este miércoles a los 78 años de edad, a causa de paro cardiorrespiratorio.
La noticia del deceso la dio su familia a través de un comunicado y, posteriormente, Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, la confirmó vía Twitter.
El actor será velado en una agencia funeraria de la calle de Sullivan, en la ciudad de México, a partir de las 8:00 horas; después se realizarán un par de homenajes: el primero de ellos a cargo de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), en el teatro Jorge Negrete, y otro en el palacio de Bellas Artes.
El histrión fue internado desde el pasado lunes en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias a causa de una infección pulmonar, pero la tarde del miércoles el hijo del michoacano, Martín Méndez, reveló que a su padre le había dado un infarto hace 10 días.
“Anímicamente estamos muy tristes, mi madre está muy angustiada porque nosotros entramos por un problema en el que iba muy bien, pensando que era el cáncer de pulmón y resulta que ahora el problema es el corazón, que ha dejado de bombear lo suficiente durante varios días y esto ya trae una complicación muy seria en el riñón”, dijo minutos antes del deceso.
Julio Alemán era tratado con medicamentos para combatir los daños ocasionados en riñón y corazón, pero no resistió el infarto.
“Para esto no estás preparado, son cosas que suceden; sin embargo, la vida nos está permitiendo podernos despedir de nuestro padre con calma y con cariño de toda la familia a su alrededor”.
No quería morir
Apenas en febrero, Julio Alemán se reintegró a la obra “Perfume de gardenia”, en la cual actuaba, después de haber sido tratado de cáncer de pulmón.
Días antes, en su casa, dio una conferencia de prensa en la que manifestó su sentir acompañado de su esposa, Moru Gotes, y sus hijos Arturo y Martín.
“Muchas personas no saben de qué morirán, yo no quiero morirme todavía; estoy luchando por seguir aquí y disfrutar de mis seis hijos y mis nueve nietos. La fe es lo último que muere y seguiré dando la lucha”, comentó.
Alemán aclaraba en ese momento que su retorno al trabajo no obedecía más que a razones personales, y que funcionaba como “una terapia de salud”.
“Me siento bien y me siento vivo, esto es una experiencia de vida y un aviso que no me avergüenza porque soy un ser humano como cualquiera”, señaló el histrión con 55 años de carrera artística, quien además de los escenarios tuvo una breve carrera política como diputado del PRI.
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