México, D.F.-
El mural que Rufino Tamayo pintó para la Torre de Tlatelolco y que hoy está a la entrada del edificio de la Plaza Juárez, el conjunto de pinturas que Ángel Zárraga creó para la embajada mexicana en París -en préstamo actualmente en el Munal- o los murales que Roberto Cueva del Río hizo en los años 30 para la sede diplomática de México en Estados Unidos, son parte del acervo artístico que conserva la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
En diciembre pasado, con el propósito de difundir en México y el mundo los acervos artístico -que supera las seis mil obras- e histórico de la SRE abrió sus puertas el Museo de la Cancillería, en el edificio colonial que se ubica en la calle República de El Salvador 47, Centro Histórico. Un inmueble que data de 1684 y que se conoció por siglos como Antiguo Oratorio de San Felipe Neri “El Viejo”.
También son propósitos de este museo dar a conocer la historia de las relaciones diplomáticas de México con el resto del mundo e invitar a otros países a traer exposiciones importantes. Con entrada gratuita al público y abierto de miércoles a lunes entre las 11:00 y las 17:00 horas, el recinto actualmente exhibe “Naturaleza fragmentada. Artistas contemporáneos” en la colección de la SRE , que presenta hasta junio la obra de 68 creadores contemporáneos mexicanos, dicha muestra se realiza con el programa Pago en Especie del SAT.
Xavier Gurza, quien es director del museo y coordinador de Patrimonio Artístico de la SRE, y que fue agregado cultural de México en Canadá y Hungría, cuenta que el museo tiene un área de exhibición de 900 metros cuadrados, y que estos meses ha recibido alrededor de cuatro mil visitantes desde su apertura y que, aunque no hay una agenda de viajes precisa, tras su exhibición esta exposición iniciará un recorrido por América del Sur (dicha agenda es determinada por la Dirección General de Cooperación Educativa y Cultural).
Patrimonios diplomáticos
Durante un recorrido por el museo, que comparte el edificio con el Instituto Matías Romero, Gurza explica que el acervo artístico de la SRE está repartido “entre sus representaciones diplomáticas, que son ventanas de México en el mundo. En ese sentido este es un escaparate del arte mexicano”. Las demás piezas se encuentran en un almacén de la Secretaría que se halla en inmediaciones de San Antonio Abad.
En lo que corresponde al acervo histórico, la Cancillería tiene en la bóveda de la Dirección General del Acervo Histórico Diplomático, en el Exconvento de Tlatelolco, documentos y tratados internacionales de gran trascendencia -por ejemplo el Tratado de Tlatelolco o el Tratado Lincoln-Juárez – hasta una fototeca con miles de imágenes, así como pietaje y videos, entre los que figuran un álbum con imágenes de Venustiano Carranza, del Gilberto Bosques que salvó a tantos judíos, hay un montón de cosas por contar… o fotos de la llegada de los exiliados españoles.
La restauración y cuidado de todos los acervos de la SRE corren por cuenta de la Dirección General de Bienes Muebles e Inmuebles.
“Hay un programa de restauración de obras que es parte de bienes, inmuebles y recursos materiales, se va analizando qué es lo que se tiene que cambiar, tenemos convenios con INAH, Cencropam, Conaculta; en general es una colección bastante buena y la idea es que itinere. La Dirección, además, tiene catalogada toda la obra, si un artista pregunta por su pieza ya sabemos dónde está”, dice el director Xavier Gurza.
Aunque una de las metas del museo fue crear una exposición acerca de los 200 años de relaciones diplomáticas de México, Gurza reconoce que el tiempo de investigación que se requiere no permitirá que se lleve a cabo este año. Es posible que se inicie el proyecto y que la siguiente administración lo presente. Otra opción es la de realizar una muestra con un capítulo de esta historia o con el trabajo de algunos protagonistas de la historia de las relaciones diplomáticas.
Por lo pronto, cuenta el curador del Museo, José Luis Viesca, dos especialistas estudian parte de materiales de la fototeca de la Secretaría porque uno de los siguientes proyectos es realizar una exposición con materiales de esa colección:
“Se investiga para ver que fondos son, cómo se han usado, pero también de dónde vienen esos archivos y colecciones. Es un primer acercamiento a toda la colección; la fototeca está muy bien organizada, casi en su totalidad está digitalizada y es una colección con una historia muy larga. Esto nos permite hacer un empalme de nuestros dos objetivos, uno es artístico y otro es histórico.
En la fototeca, que cuenta con más de 25 mil imágenes, figuran también testimonios visuales de la labor que del diplomático mexicano Gilberto Bosques Saldívar, cónsul de México en Francia, quien salvó a cientos de judíos durante la II Guerra. Al embajador Bosques (1892-1995) está dedicada la primera Feria del Libro de Relaciones Internacionales, que se realizará en el Museo de la Cancillería entre el viernes y el domingo.
Para generar nuevos recursos para el Museo, Gurza dice que se analiza el marco jurídico con el propósito de organizar un comité de patrocinadores, a manera de un patronato.
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