Josefina Vázquez Mota tuvo que hacer cambios e incorporar adversarios panistas cuando se dio cuenta que su campaña se estaba hundiendo. Ahora la pregunta es: ¿serán suficientes estas medidas para reducir la amplia ventaja que le lleva Enrique Peña Nieto?
Con un arranque de campaña desastroso, como fue su toma de protesta en el Estadio Azul que se vaciaba mientras ella pronunciaba su discurso, no hubo otra alternativa que invitar a su “cuarto de guerra” al mismo Ernesto Cordero Arroyo y a miembros de su equipo.
Así, a partir del lunes 9 de abril Max Cortázar y Juan Ignacio Zavala, éste último cuñado del presidente Felipe Calderón Hinojosa, entraron a reforzar a la aspirante presidencial que tiene de 14 hasta 22 puntos de desventaja en las encuestas ante el puntero del PRI.
Es claro que los militantes de Acción Nacional que hicieron ganar a Vázquez Mota se han dado cuenta que no bastó el género femenino para atraer simpatías entre las votantes que acudirán a las urnas el primero de julio.
Se necesita algo más para bajar del caballo galopante a Peña Nieto, su equipo de estrategas demostró con la producción de los spots que se ven en la televisión que van muy en serio para recuperar Los Pinos
Que lo demostrado en las urnas por el PRI después de que Calderón Hinojosa ganó las elecciones en 2006, no es producto de la casualidad. Y la última cereza del pastel fue la recuperación de Michoacán el año pasado, la tierra del presidente de México derrotando a su propia hermana.
Además de sacudir a su equipo de colaboradores, sacando unos e incorporando a otros, Vázquez Mota no solamente se dio cuenta que hubo fuego amigo, sino que llegó el momento de desmarcarse de los errores cometidos durante la gestión del mandatario en materia de combate a la delincuencia.
Sobre ello declaró que nunca pactará con el crimen organizado de llegar a ganar, pero que cambiará de estrategia en su lucha con el crimen, en clara aceptación de que Calderón Hinojosa se equivocó en sacar a las fuerzas armadas a las calles a combatir a los delincuentes.
Faltan cerca de 80 días para la cita a las urnas y todo parece indicar que el barco albiazul se hunde lentamente, como el Titánic hace 100 años.
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