México, D.F.-
Hace cinco años, la taekwondoín María Espinoza tuvo un meteórico ascenso y logró, en 15 meses, los oros más anhelados por cualquier atleta: el mundial, el panamericano y el olímpico, (entre mayo de 2007 y agosto de 2008). Este cuadrienio su carrera sufrió una estrepitosa caída, pero en la actual temporada se levanta, triunfa y renace la campeona. El brillo de su mirada apunta a Londres 2012.
“Me siento muy contenta porque he visto un cambio muy bueno en mí”, comentó la deportista, tras regresar de una gira de competencias en las que ganó dos oros (Las Vegas, Estados Unidos y Alicante, España); así como un bronce (Hamburgo, Alemania), en la división olímpica de +67kg.
“Hice muchos combates, en cada uno fui creciendo cada vez más. Todo empezó en Las Vegas porque recuperé la confianza, pero eso fue algo muy pequeño a lo que después vino; fue volverme a encontrar, sentir la que yo era hace cinco años, volver al estilo que yo tenía, a esa energía; todo eso que fluía de manera natural está de regreso y eso me ha gustado muchísimo”, expresó la deportista de 24 años de edad.
Espinoza logró el primer oro olímpico del taekwondo mexicano, en Beijing 2008. Al año siguiente, llegó como campeona defensora al Mundial de Copenhague, Dinamarca; por vez primera se utilizaron los petos electrónicos y María terminó en noveno sitio.
En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayagüez 2010, consiguió el único oro faltaba en su colección; pero durante el Mundial de Gyenjou, Corea del Sur en 2011, no ganó medalla y no clasificó a Olímpicos en el Torneo Mundial de Bakú, Azerbaján. Decidió un cambio radical: dejó de entrenar con José Luis Onofre y pidió como su técnico a Pedro Gato.
“Los estilos de trabajo te hacen de una u otra forma, me ha funcionado muchísimo este estilo de trabajo y eso me ha ayudado mucho a levantarme, a ser como era antes”, confesó.
María tampoco clasificó a los Panamericanos de Guadalajara 2011 y no pudo defender el título ganado en Río 2007, pero la sinaloense no cedió a la racha dolorosa. El taekwondo causó sus más grandes alegrías y le pagaba con dolorosos y oscuros resultados. Se volvió un combate consigo misma.
“Sí, antes llegó la desesperación, pero ahora que estoy con el profesor Pedro Gato fue algo diferente, fue empezar desde cero a seguir levantando y avanzar más”, explicó María del Rosario, quien en noviembre pasado, en el Torneo Continental de Querétaro, recuperó la luz de la victoria: consiguió la plaza olímpica a Londres 2012 y, tras sus resultados en la gira internacional, espera la confirmación de la Federación Mexicana de Taekwondo, para asistir ponerle su nombre a la cuota.
“Ahora todo está para Juegos Olímpicos. Fue difícil el proceso, pero desde siempre tenía las metas muy claras. Sé qué es lo que quiero y sé que todo lo que ha pasado vale la pena. Lo que se propone uno es lo que te hace crecer. Yo le apuesto a eso”, compartió la campeona olímpica, quien desea llegar a sus segundos Juegos, con un ‘segundo aire’ y por su segundo podio.
Discussion about this post