México, D.F.-
El cardenal Norberto Rivera señaló que la Pascua no debe significar solamente un rito para los individuos, sino que debe ser el paso del hombre viejo al hombre nuevo, el paso de la esclavitud a la libertad y de un modo de vivir una vida nueva.
En su homilía durante la misa de la Última Cena, el arzobispo primado de México indicó que “para nosotros la Pascua también supone renuncia y dolor, pero lleva consigo la libertad y la alegría de una vida nueva”.
“La Pascua para nosotros debe ser liberación de las esclavitudes que padecemos, pero sobre todo liberación del pecado. Debemos celebrarla con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa, en señal de que comenzamos un camino nuevo”, expresó.
Durante la ceremonia litúrgica que ofició en la Catedral Metropolitana, Rivera Carrera insistió en que los hombres no deben quedarse solamente en el rito, sino que deben convertir a la Pascua en una realidad viva, fuente de gracia de una vida nueva.
El también arzobispo de México reiteró que el lavado de pies que realizó Cristo a sus 12 discípulos en la Última Cena fue una muestra de un mandamiento nuevo, que buscaba corazones que se liberaran de egoísmos y rutinas.
El prelado rememoró el lavatorio de pies que hizo Jesucristo en la Última Cena, con 12 jóvenes estudiantes del Seminario Conciliar de México.
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