Kansas City, E.U.-
Aunque sea a un costado de la cancha, como apoyo moral a la Selección Mexicana, pero David Cabrera anhela estar en los Juegos Olímpicos.
El volante de contención reconoce lo complicado que será recuperarse de la rotura del ligamento cruzado que padece en la rodilla derecha y recuperar su nivel futbolístico en menos de cuatro meses, por lo que se ilusiona con acompañar a Luis Fernando Tena y los 18 jugadores que elija.
“Me gustaría”, atina a decir, todavía con la voz entrecortada por el dolor interno, el del alma. “Sé que es imposible o hasta arriesgado para mi carrera acelerar el proceso de recuperación para jugar, pero ya no me toca decidir eso”.
La petición no sólo es para “El Flaco” y la Federación Mexicana de Futbol, sino hacia los Pumas, institución en la que milita.
“Hay que esperar en qué parte de la rehabilitación me encuentre y si el club, que estará en pretemporada, me deja ir”, explica.
“Hay que esperar los tiempos, pero sí me gustaría estar ahí”.
El chico confiesa lo difícil que resultó observar la final del Preolímpico con los suplentes, en especial porque no estaba uniformado para jugar. Su sensación principal fue “de nerviosismo”.
“Es horrible estar ahí, en la banca, sabiendo que no puedes ser opción de cambio, pero fue un alivio cuando cayó el primer gol”, recuerda.
“Después, gracias a un buen accionar del equipo, llegó Miguel [Ponce] y la metió”.
Por su parte, el estratega del Tricolor valora la garra que sus jugadores impregnaron sobre el lienzo verde del Livestrong Sporting Park, porque “derrotaron a un equipo muy bueno, que siempre luchó”.
“Nos vamos muy contentos por haber obtenido la clasificación a los Juegos Olímpicos y el título de este torneo”, agrega.
“Tenemos una muy buena generación de jugadores, quienes darán mucho de qué hablar en el futuro”, promete Luis Fernando Tena.
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