Kansas City, E.U.-
Ante la posibilidad de reforzar al equipo con tres jugadores mayores de 23 años, además de aquellos que militan en clubes europeos y sí dan la edad, Miguel Ponce solicita a Luis Fernando Tena no olvidarse de quiénes le ayudaron a soportar la tormenta.
Buena parte de la tranquilidad que hoy rodea a la Selección Mexicana Sub-23 se debe a la medalla de oro en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 y la clasificación a Londres en el Preolímpico, certámenes que “El Flaco” encaró sin muchos de los considerados hombres clave, esos que —a final de cuentas— no se extrañaron.
“Nos tocó que la gente hablara mal de nosotros, que no confiara”, recuerda “El Pocho”, titular indiscutible en la “Fiesta de América” y el selectivo rumbo a la máxima justa deportiva del planeta. “Ahora, hemos demostrado que sí podemos y también queremos estar en Londres”.
Javier Hernández, un guardameta y alguien que apoye en las tareas defensivas son las opciones que ya se manejan para apuntalar al Tricolor, así como Giovani (Tottenham Hotspur), Jonathan dos Santos (Barcelona), Carlos Vela (Real Sociedad) y hasta Ulises Dávila (Vitesse), quienes cumplen con el candado de la edad, ya que nacieron en 1989 ó después.
“Sabemos que son gente que da la edad y de muchísima calidad, pero nosotros debemos estar tranquilos, trabajar”, comparte “El Pocho”. “Si nos toca estar ahí, qué bueno; si no, a seguir trabajando”.
Aunque deja entrever que no le parecería justo quedarse fuera de la competencia número uno en este proceso, no tras ser fundamental en los dos éxitos bajo el mando de Tena.
“Por supuesto que lo merecemos [estar en los Juegos Olímpicos], pero —al final— los que deciden son ellos [cuerpo técnico] y, si nos toca estar, qué bueno”, reitera.
El Comité Olímpico Internacional sólo permite a cada selección de futbol varonil registrar a 18 jugadores, lo que reduce considerablemente los lugares para quienes no serán refuerzos o pertenecen a instituciones del viejo continente.
Si el principal colaborador de José Manuel de la Torre echa mano de los hermanos Dos Santos y Vela, sólo habrá 12 espacios para los chicos que estuvieron en los Panamericanos y/o el Preolímpico.
Miguel pide memoria, aunque también se relaja y disfruta la clasificación a Londres 2012, la cual —desde su perspectiva— se obtuvo gracias a empatía dentro y fuera del lienzo verde.
“Tenemos muy buen convivio, jugadores que tienen excelentes relaciones, lo cual también llevamos a la cancha y se refleja”, presume uno de los chicos que sueña con el olimpo.
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