Que Josefina Vázquez Mota lleve una desventaja de casi cuatro puntos frente a Enrique Peña Nieto en un Estado bastión del PRI, la verdad sorprende, según los resultados de la encuesta realizada entre mil 780 personas en las principales ciudades de Tamaulipas.
Peña Nieto tiene una preferencia de 42.1 por 38.2 de su adversaria, por 16.9 de Andrés Manuel López Obrador y 2.8 por ciento del candidato del Partido Nueva Alianza a la presidencia, Gabriel Quadri de la Torre.
Una primera lectura sobre las cifras arrojadas no tienen qué ver con los nombres que encabezan la fórmula del Partido Revolucionario Institucional y que pudo perjudicar a Peña Nieto, pues Manuel Cavazos Lerma y Guadalupe Flores tienen 11 puntos arriba de la propuesta de Acción Nacional.
Al ex gobernador de Tamaulipas y a su compañera los prefieren el 43.9 por ciento de los electores, por 32.6 del PAN. Sólo en la zona conurbada de Tampico están contra la pared.
Y ni qué decir de los candidatos tricolores a las diputaciones federales, pues sólo en el Distrito VIII con cabecera jaiba el PRI tiene encendidos los focos rojos.
Cuando faltan poco más de tres meses para acudir a las urnas, los tamaulipecos tienen todas las intenciones de cruzar su voto en perjuicio del PRI en la contienda presidencial, pues para ambas cámaras las preferencia están a su favor.
EN NUEVO LEON, FOCOS ROJOS
Felipe Calderón Hinojosa tenía razón cuando les dijo a los consejeros de Banamex que su candidata, Vázquez Mota, estaba a sólo cuatro puntos de distancia de Peña Nieto. Sin embargo el presidente les contó verdades a medias.
Pues al primer panista del país se le olvidó aclarar que los resultados de esa polémica encuesta –que levantaron ámpula en sus adversarios políticos–, habían salido de la suma de personas que externaron sus preferencias electorales y que viven solamente en dos entidades: Tamaulipas y Nuevo León.
Esa misma diferencia entre el candidato presidencial del PRI y su contrincante del PAN arrojó la encuesta de Hora Cero, misma que se publica ampliamente en esta edición, a unos días de que comiencen las campañas de manera oficial, porque la verdad nunca terminaron, ni con la veda del IFE.
Quiere decir que mañosamente el presidente de México, ante el grupo de notables banqueros, dio a conocer los resultados de ciertos Estados donde la disputa entre los punteros es de cuatro o cinco puntos. no así otros como el Estado de México.
Cabe mencionar que la joya de la corona que gobernó Peña Nieto es donde está concentrado el mayor número de electores en el país, con cerca de 10 millones. Y el día de la elección seguramente los mexiquenses querrán tener a un presidente nacido en su tierra. Y esa avalancha de votos tricolores puede ser aplastante, determinante. Y los azules lo saben.
Este trabajo de opinión pública de la empresa Hora Cero, por cierto reconocida por la prestigiada revista Nexos por su credibilidad cuando se trata de adelantar quién va a ganar y perder, tiene varias lecturas en cuento a la contienda presidencial.
Primero, no es ninguna sorpresa que Peña Nieto en Nuevo León, antes de iniciar las campañas, tenga sólo 1.9 por ciento de ventaja ante Vázquez Mota, ya que para los neoloneses tanto el gobierno federal (PAN) como el estatal (PRI) son culpables de que el crimen organizado los tenga de rodillas.
Por eso, como segunda acotación, los electores encuestados no tienen para dónde hacerse cuando se trata de preferir a un candidato o a un partido que les garantice que la violencia va a terminar pasando las elecciones.
Aun cuando de los siete municipios metropolitanos cuatro están gobernados por el PAN (Monterrey, San Pedro, Santa Catarina y San Nicolás), se pudo pensar que la abanderada albiazul iba a tener mayor ventaja sobre Peña Nieto, sin embargo, los escándalos de presunta corrupción del hermano del ex alcalde regio, Fernando Larrazabal Bretón, se reflejaron en los resultados.
Por eso mismo, en otra pregunta de la encuesta, la mayoría contestó que si hoy fueran las elecciones para la alcaldía de Monterrey votarían por el PRI, que le arrebataría al PAN la capital del Estado.
Los neoloneses, según las preferencias hacia los candidatos reflejadas por Hora Cero, no consideran que el gobierno de Calderón Hinojosa es el único que hay que sentar en el banquillo de los acusados y lincharlo, sino que también el gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, tiene vela en el entierro. Por eso no entrega muy buenos números a Peña Nieto en sus aspiraciones para llegar a Los Pinos.
En este primer trabajo de investigación de Hora Cero –con personas elegidas al azar en las calles y que dijeron tener credencial de elector–, algo que también llama la atención es el alto índice de indecisos (26 por ciento), que coincide con otras empresas de opinión pública a nivel nacional.
Pero si de resultados sorprendentes se trata, el 16.8 por ciento de preferencias a favor de Andrés Manuel López Obrador es digno de analizar.
Este porcentaje está un punto por encima al obtenido por el candidato del bando izquierdista hace seis años, cuando logró en Nuevo León 15.9 de la votación, con la posibilidad de que el tabasqueño, si logra convencer, se lleve un gran trozo del pastel de los indecisos.
En un Estado como Nuevo León donde las condiciones son muy diferentes que en 2006, cuando López Obrador era todo un fenómeno electoral y casi presidente de México, que todavía sin comenzar las hostilidades tenga casi 17 puntos, debería quitarle el sueño a sus adversarios.
Sobre las fórmulas para el Senado, la ventaja del PRI sobre el PAN es casi de dos a uno, principalmente porque el electorado desconoce a Raúl Gracia, quien va en la primera posición albiazul, contrario al imán de Marcela Guerra e Ivone Alvarez.
Distinto al ejercicio hecho en Nuevo León, en Tamaulipas decidimos no dejar la opción de indecisos, sino que la hoja mostrada a los encuestados era como una boleta electoral, con logotipos de los partidos políticos y nombre de los candidatos.
Interesantes los resultados en los dos Estados donde de nuevo se demostró la seriedad y el profesionalismo de Hora Cero, ya que los encuestadores trabajaron en ciudades, calles y sectores hostiles, pero gracias a una divinidad de las encuestas que desconozco si exista, no hubo incidentes.
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