México, D.F.-
“Hay momentos en la vida” — dijo Dulce luego de haber vivido el terremoto de 7.8 grados Richter el martes, en el piso 18 del hotel Sheraton— “en que crees en Dios o no crees”.
Y ella, que dice que ya es una “persona grande”, definitivamente cree. Así que al sentir el terremoto, lo único que pensó fue: “Lo que tiene que ser, que sea; sólo que no me duela mucho”.
Junto con ella, María Conchita Alonso, Ednita Nazario, Karina y Manoella Torres, dejaron de lado su papel de súper estrellas y se dejaron ver sensibles y totalmente concientes de su fragilidad humana, cuando la conferencia de prensa donde iban a anunciar su próxima presentación en el Auditorio Nacional, “GranDiosas en concierto”, se vio interrumpida por el sismo de 7.8 Richter.
Todas ellas se encontraban en el piso 18 de un hotel de Paseo de la Reforma, frente al monumento del Ángel de la Independencia, donde se maquillaban para su encuentro con los medios, cuando comenzó el temblor.
Cada una reaccionó de manera distinta, algunas lloraban y rezaban, mientras otras, como María Conchita Alonso y Dulce, intentaban mantenerse tranquilas para no asustar más a sus compañeras, según comentaron las cantantes; pero por seguridad decidieron quedarse en su habitación a esperar.
En control total
Cuando fue desalojado el hotel, las cinco cantantes accedieron a platicar con los medios en el lobby del lugar, mostrándose un poco asustadas pero agradecidas de que no pasara a más el incidente.
Ahí fue donde Dulce contó: “Estaba tratando de ayudar a Ednita, que estaba muy asustada, es un momento en que te preocupas más por los otros, una ya es una persona grande y no puedes perder la cabeza tan fácil. Llega un momento en que crees en Dios o no crees, este es uno de esos momentos, simplemente es entregarse, lo que tiene que ser, sea; sólo que no me duela mucho”.
Por su parte, la venezolana Karina, visiblemente afectada y un tanto llorosa, compartió la angustia que sentía ya que nunca había sentido un temblor. “No estoy acostumbrada porque vengo del trópico, pero pensé en tantas cosas, en mis hijos, pero aquí estamos, todo perfecto. Dios está en control, son momentos en que uno se entrega, porque uno se da cuenta que sólo es esto, un cuerpito”.
Manoella Torres, dijo que se le vino a la cabeza su familia pero pensó que era mejor rezar y mantenerse en calma, ya que si le tocaba morir no había más que hacer. Quien se mostró valiente fue María Conchita Alonso: “Yo estoy muy bien, como Manoella pienso que cuando nos toca, nos toca; pienso que lo que me espera después de esta vida es mucho mejor, yo no le tengo miedo a la muerte, lo único que pido es morir sin dolor”.
Ya mucho más repuesta, Dulce no se olvido de hablar sobre el concierto que las reunirá en un mismo escenario este 23 de marzo en el Auditorio Nacional, donde reveló que las cinco cantarán sus mejores temas, Y aseguró que la gente saldrá con un buen sabor de boca después del espectáculo.
Discussion about this post