México, D.F.-
Incluido en la segunda generación de investidos al Salón de la Fama del Pachuca, Carlos Hermosillo, máximo goleador mexicano de todos los tiempos y sólo por debajo del brasileño Evanivaldo Castro Cabinho, celebra la distinción.
“Para mí es un honor, gran satisfacción y orgullo poder entrar el Salón de la Fama. Como quiera que sea, durante 18 años de mi carrera, siempre hice mi mejor esfuerzo, traté de hacer las cosas lo mejor posible para que mi carrera quedara en un final feliz. Pienso que fue así”, comparte el histórico artillero. “Que te puedan reconocer o puedas ingresar a un salón, cada día se convierte en algo muy importante para el futbol y el país. Para mí es un honor”.
Incorporado a una lista de nacionales que incluye también a Luis Hernández, Jaime “Tubo” Gómez, Benjamín Galindo, Cristóbal Ortega, Luis Roberto Alves “Zague”, Manuel Negrete, entre otros, Carlos Hermosillo no puede evitar la remembranza que aflora en la mente.
“Sí, con Zague, el gran cariño y la amistad que tengo, es mi compadrazo. Con Negrete, con el que jugué el Mundial 1986; con Luis Hernández, que en algún momento jugamos juntos en la Selección, un gran amigo y paisano. Y por supuesto, que te hace regresar con algunos directivos, te hace regresar a la Selección de 1994 o el América, de 1984 a 1989 y para mí es muy grato”, añade.
En el listado de 23 miembros figuran estrellas mundiales de la talla de Marco van Basten, Mario Alberto Kempes, Dino Zoff, Emilio Butragueño o Ricardo Zamora, quienes —al igual que los nacionales— aparecerán a partir del próximo noviembre en la segunda ceremonia de investidura al Salón de la Fama.
“Es muy halagador estar junto a Marco van Basten, una gente que siempre admiré, junto a Emilio [Butragueño], quien además de amigo es un gran ejemplo. Lo festejo mucho”, aplaude Hermosillo, orgulloso de ser uno de los inolvidables de todos los tiempos por su trayectoria goleadora.
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