México, D.F.-
Un descuido o dejarse impresionar basta para perder cientos de pesos en unos cuantos minutos.
Distribuidos en las inmediaciones del estadio Azteca, decenas de revendedores ofrecen boletos para el juego entre el América y los Pumas con el ardid de que se han agotado en taquillas.
Los de la zona general, cuyo costo original es de 200 pesos, son vendidos en 400 o 500. Aquellos que corresponden a especial bajo, con precio de 400, se comercializan hasta en mil 200.
“Ni vayas a la taquilla. Se acabaron desde el miércoles”, aseguran los revendedores, quienes se distinguen por las cangureras que utilizan para guardar su mercancía y los billetes.
La trampa es descubierta si se logra evadir el “retén” y llegar a las ventanillas, donde hay localidades disponibles para todas las zonas.
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