México, D.F.-
Pocos artistas tan polémicos como Roberto Gómez Bolaños, un creador de personajes de televisión que para millones de latinoamericanos resultan entrañables y, para un sector mucho más reducido, enajenantes. Cada vez que se publica una noticia importante sobre él, la gente se manifiesta en redes sociales de manera radical: con grandes elogios o con diatribas.
Hace apenas una semana, en estas mismas páginas se publicó la sensata opinión de Epigmenio Ibarra, quien declaró no ser seguidor de Gómez Bolaños pero reconoció que sólo alguien con talento es capaz de convertirse en un embajador artístico de México en Latinoamérica, tal como pudo comprobar Ibarra en sus viajes por la región durante los años 70 Y 80.
No cualquiera consigue, como “Chespirito”, generar una valla humana de 17 kilómetros a su llegada a Santiago de Chile en aquella época, o que cinco mil personas hicieran guardia permanente a las afueras del hotel donde se hospedaba.
Sin embargo, sus detractores vieron otro lado de aquella visita, pues el “Chavo del Ocho” y sus acompañantes se presentaron en el Estadio Nacional de la capital chilena, luego de que ese sitio había sido usado como cárcel política por el dictador Augusto Pinochet. En su momento, Gómez Bolaños dijo que él no quiso ofender a nadie y que, en todo caso, tampoco podría presentarse en el zócalo del DF porque ahí se habían desarrollado muchos actos sangrientos a lo largo de la historia.
En 2005, la fama de Gómez Bolaños lo convirtió en invitado estelar del programa “La noche del 10”, conducido por Diego Armando Maradona, quien se declaró ferviente admirador del mexicano (y viceversa). Ante una pregunta del ex futbolista, Gómez Bolaños dijo que, en esos momentos, México tenía “al mejor presidente de los últimos 100 años”, pero que le estaban metiendo “muchas zancadillas”. Se refería a Vicente Fox, a quien apoyó con spots publicitarios en la campaña del 2000, al igual que en 2006 lo hizo a favor de Felipe Calderón.
En 2007, Gómez Bolaños hizo un spot en contra de la despenalización del aborto en el DF. Decía: “Hola, soy su amigo Chespirito; cuando yo estaba en el vientre de mi madre, ella sufrió un accidente que la puso al borde de la muerte. El médico le dijo: ‘Tendrás que abortar’. Y ella respondió: ‘¡Abortar yo, jamás!’ Es decir, defendió la vida, mi vida, y gracias a eso estoy aquí”.
También en 2007, Fernando Rodríguez, hijo del narcotraficante colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, publicó en el libro “El hijo del ajedrecista” que Roberto Gómez Bolaños y Juan Gabriel habían actuado pagados por el narco.
“Chespirito” respondió con un mensaje: “Nunca he estado ligado al narcotráfico en ninguna de sus formas. Nunca he tenido conocimiento de haber actuado para ningún narcotraficante, pero quiero aclarar que, como artista, cuando doy un espectáculo no solicito a todos los asistentes sus identificaciones y cartas de recomendación o de no antecedentes penales”.
Otro asunto polémico en su vida ha sido, sin duda, el problema legal en torno al uso de sus personajes por parte de María Antonieta de las Nieves (“La Chilindrina”) y Carlos Villagrán (“Quico”), quienes alegan infundadamente que ellos son co-creadores por haber agregado su personalidad. Al respecto, en agosto de 2010, Gómez Bolaños le dijo al diario “La Tercera”, de Chile: “Siempre me ha dolido ese tema porque, si acaso hubo excesos, fueron de allá para acá. Los he querido a todos y los quiero. Si alguien ha dicho algo imprudente, no me enojo, me da pena, tristeza, porque ese equipo fue mi máximo orgullo”.
El Cid Chapatín
Otro signo de un hombre polémico tiene que ver las veces que lo han matado en los medios de comunicación y, más recientemente, en las redes sociales. El 15 de julio de 2008, alguien envió un correo electrónico avisando del supuesto fallecimiento del actor. En esa ocasión se tomaron la molestia de inventar una página del diario “La Crónica de Hoy”, con un cable (también falso) de la agencia Notimex. Por si fuera poco, se trataba de un mensaje con virus informático.
Tanto a finales de 2009 como a principios de 2010, Gómez Bolaños fue operado de la próstata y los rumores de su muerte circularon en las redes sociales. Actualmente tiene su cuenta de Twitter y él mismo se encarga de informar sobre su estado de salud.
“Es un fenómeno que se repite en muchas partes del mundo; a la gente conocida la matan, y a los muertos los resucitan. A Carlos Gardel lo han resucitado muchas veces. En una ocasión, Jabobo Zabludovsky, que tenía un programa de televisión, envió helicópteros a buscarme por la carretera a Cuernavaca, donde decían que yo me había matado en un accidente, y, que yo sepa, no me morí”, dijo “Chespirito” en una conferencia de prensa en Colombia, en 2008, cuando realizaba una gira de despedida con su obra “11 y 12”.
Tan no se murió que el propio Zabludovsky le dirigió palabras cariñosas en el homenaje del 29 de febrero en el Auditorio Nacional.
Y es un hecho que jamás morirá del todo.
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