México, D.F.-
Por errores de logística, Josefina Vázquez Mota rindió protesta como candidata a la Presidencia de la República en un Estadio Azul semivacío.
Sus simpatizantes provenientes del Estado de México, Veracruz, Tlaxcala, Jalisco, Puebla y Guanajuato comenzaron el arribo al coloso desde las ocho de la mañana. Es decir, esperaron cinco horas para escuchar a la panista.
El evento era al mediodía, pero los organizadores decidieron retardar el inicio para esperar el lleno total.
Vázquez Mota llegó a la una y media de la madrugada de este domingo, proveniente de Los Angeles. Doce horas después rendía protesta en un Estadio Azul con gradas vacías.
Margarita, la diosa de la Cumbia, entonó varias salsas que lograron distraer a los presentes, pero la retirada fue imparable.
En las afueras del estadio no hubo reventa, pero algo parecido: integrantes del Sistema Nacional de Elecciones revisaron que cada líder estatal trajera a los simpatizantes comprometidos. Ellos daban los boletos a los encargados de cada grupo afuera de los accesos al recinto deportivo.
Acarreados corporativos también hubo: acudieron agremiados del Consejo Nacional de Sociedades y Unidades con Campesinos y Colonos (Consucc), y de la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social A.C., (Unimoss), así como del sindicato del IMSS, dirigido por Valdemar Gutiérrez.
El sol ya calaba cuando a las 12:20 Josefina ingresó al coloso. En la zona VIP —ubicada a ras de cancha— saludó a la primera dama Margarita Zavala, al presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, y a Ernesto Cordero y Arroyo Santiago Creel Miranda.
Vino el caos. La media cancha se volvió un mar de gente y el evento inició hasta la una de la tarde.
Habló la aspirante del PAN al gobierno del DF, Isabel Miranda, y José Espina, presidente de Elecciones albiazul.
Cuando Madero tomó el micrófono cundió la alarma. El inmueble comenzaba a vaciarse.
No había nada que hacer: el calor le ganó la contienda a la presidenciable que acudió acompañada de su esposo y sus tres hijas.
El ambiente futbolero del inicio dio paso a ríos de gente que abandonaron el lugar.
Hasta el gobernador de Baja California Sur, Marcos Covarrubias, abandonó el evento justo cuando Vázquez Mota comenzaba su discurso.
A las afueras del estadio Azul, el gobernador disfrutó de una nieve de limón, igual que decenas de panistas a quienes el sol quitó las ganas de permanecer en el evento.
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