México, D.F.-
Bastaron 10 minutos para que Carlos Santana provocara el primer grito que retumbó esta noche, en el domo de la Arena de la Ciudad de México.
Lo hizo cuando en las bocinas comenzaron a escucharse los acordes de “Mujer de magia negra”, su éxito que aún se escucha en las estaciones de radio y una de las favoritas del público.
Si en su concierto de Guadalajara, primero ofrecido en territorio nacional, el miércoles pasado, el público que asistió en su mayoría adulta, en el DF jóvenes y adolescentes portaban orgullosos las playeras o sudaderas con la imagen o nombre del exitoso guitarrita.
Fueron casi 20 mil personas las que disfrutaron “Oye cómo va”, mientras en la pantalla jumbo, colocada en la parte superior del inmueble, se presentaban imágenes de los inicios de Santana y fotografías de sus álbumes.
La pasión se sintió desde dos horas antes del concierto cuando ríos de gente se desbordaban de la estación Ferrería del Metro, la más cercana a la arena.
“Se siente hasta el centro del corazón; si están aquí es porque Dios y los ángeles los necesitan para crear paz en este mundo y sí se puede, simón, yo sé”, exclamó Santana en su primera intervención.
“Aunque viva en Estados Unidos, mi casa es el mundo, somos una familia, no somos primos, pero sí somos la misma sangre, el mismo espíritu”, añadió.
Con esas palabras y “María, María”, el originario de Autlán logró gritos de apoyo y bailes en los pasillos, pero no corrió con la misma suerte al considerar que ya era tiempo de que México tuviera una mujer en la presidencia.
“Los hombres la han regado mucho”, dijo Santana, mientras que entre las butacas se escucharon algunas risas, aplausos y silbidos.
Pero pronto todo eso se olvidó y la gente comenzó a brincar en sus lugares al identificar la canción “Samba pa ti” y más aún cuando el músico invitó a todos a seguir la letra de “Corazón espinado”, que le dedicó a Fher, vocalista de Maná, con quien grabó la original.
El considerado como el décimo quinto guitarrista más virtuoso en la historia, de acuerdo con la revista Rolling Stone, se dio el lujo de mezclar la clásica jingo con algunos acordes de la tierra de las Mil danzas, además de que regaló a un fan una de las plumillas que utiliza para tocar el instrumento que lo ha hecho famoso.
Dos días después de que en su estado natal se desarrollaran hechos violentos atribuidos al narco, Santana llamó a todos para imaginar que en México nunca volvieran a suceder asesinatos y violencia.
“Que amanezca el día y que cada persona haga a un lado las armas, hagamos eso en una sola mente.
“Y se tiene que llegar a legalizar la mariguana”, dijo siguiendo la costumbre en todos sus conciertos.
Hasta las 22:40 horas de este domingo, se esperaban “Europa” y “Evil ways”.
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