Ciudad del Vaticano.-
El Vaticano negó hoy que pueda considerarse un “escándalo financiero” la inclusión de la sede católica en la categoría de “preocupante” en un reporte sobre lavado de dinero emitido por Estados Unidos.
“No debe sorprender” dicha inclusión -por primera vez- en el informe del Departamento de Estado porque corresponde a una serie de pasos dados por la sede católica para integrarse al sistema financiero internacional, dijo el vocero del Vaticano, Federico Lombardi.
Precisó que el Estado pontificio fue tomado en cuenta porque durante 2011 se convirtió en observador permanente en el Moneyval, el grupo dependiente de la Comisión Europea para la prevención y lucha contra el lavado de dinero.
Según Lombardi, esa fue la razón por la cual la sede apostólica entró a formar parte de la lista y agregó que, como sus sistemas contra el lavado fueron apenas instituidos a inicios de 2011, la calificación obtenida respondió a esa situación.
Es natural que El Vaticano haya sido incluido en la categoría de “jurisdicción preocupante” del reporte, “en esa lista se encuentran los países que son sujeto de ulteriores valoraciones en cuanto a la eficacia de las normativas contra los crímenes financieros”, indicó.
La inclusión del Vaticano en el informe “es una no noticia o, si se quiere, una buena noticia, en cuanto refleja exactamente la realidad del empeño activo actual de la Santa Sede por una plena transparencia de sus actividades financieras y económicas”, añadió.
Tras la publicación, la víspera, del documento titulado “Reporte sobre la Estrategia de Control Internacional de los Narcóticos”, la prensa lo consideró un juicio negativo o de sospecha de lavado de dinero contra El Vaticano.
Ante ello, el portavoz Lombardi salió a aclarar que la calificación obtenida “corresponde a la situación actual” del Vaticano, que ya solicitó la evaluación a sus estructuras por parte de Moneyval, proceso que está en curso y requerirá aún diversas etapas.
Pidió además observar bien los criterios con los cuales se elaboraron las listas, una serie compleja de indicadores entre los cuales están los volúmenes de flujo de dinero susceptibles de lavado, las normas para evitar ese ilícito y otros factores.
“De hecho en la lista de países de ‘preocupación primaria’, por lo tanto de mayor atención, no está la Santa Sede pero sí Italia, Francia, Alemania, Reino Unido y los mismos Estados Unidos, obviamente dadas las dimensiones de su economía”, ponderó.
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