México, D.F.-
Tras un largo periodo de silencio y luego de finalmente escuchar su grito de gol, Omar Bravo está listo para el juego que esperaba desde que firmó su contrato para jugar con el Cruz Azul.
Y es que, aunque lo niegue, el delantero nacido en Los Mochis, Sinaloa, lo primero que buscó en el calendario fue el juego de la jornada 10: Guadalajara-Cruz Azul.
En Chivas nació futbolísticamente, en Chivas anotó 108 goles, ganó un título y fue impulsado a Europa.
—¿Hay mucho cariño por el Guadalajara, verdad?
“Claro, claro que hay cariño”.
—¿Hay mucho respeto?
“Claro, claro que hay respeto”.
—Entonces, si le anotas a Guadalajara, no vas a festejar.
“¿Qué… Qué te pasa? Claro que festejaré, los goles se celebran hasta en las cascaritas y si se da, claro que voy a festejar, no entiendo porqué no [lo haría]”.
Y es que, para Bravo, la mejor manera de mostrar respeto a su alma mater futbolística, es haciendo el mejor partido posible, justamente contra el Rebaño Sagrado.
– Sin rencores
En plenitud futbolística, Omar Bravo decidió dejar la comodidad del Guadalajara para ir a buscar fortuna a España, para jugar con el Deportivo La Coruña.
—¿Saliste mal de Chivas?
“Mira, no me gusta hablar mucho del Guadalajara, por respeto a los aficionados de Cruz Azul, pero no, no salí mal. Me fui, porque creí en ese momento que era lo más conveniente para mí”.
Omar se fue de Chivas cuando acabó su contrato, a pesar de que Jorge Vergara, presidente del Rebaño, quiso que renovara y se quedara más tiempo. “El destino te marca otras cosas. Pero eso fue claro. Era jugador libre y tenía derecho a actuar así. Como profesional, sabía lo que iba pasar con la gente de Chivas, pero no me arrepiento de mi decisión”.
Así que no hay rencor con nadie… “Claro que no pasó nada, si no, por qué regresé a Chivas: esto es parte del negocio. Todo eso que se dijo fue por la prensa, hubo comentarios incongruentes, pero la verdad cayó por sí sola. Si hubiera tenido problemas, te repito, porqué regresé al equipo, porqué jugué la Copa Libertadores. Si hubiera tenido problemas con Jorge o con Angélica [Fuentes], seguro no hubiera vuelto, ni siquiera me hubiera ido de préstamo a Estados Unidos, todo esto se pudo realizar, porque en Chivas dejé las puertas abiertas”.
Vergara peleó porque Omar se quedara, pero la ambición futbolística del delantero fue mayor. “Cada quien toma sus decisiones. En ese momento sentí que las condiciones que me ofrecían para renovar, porque sí hubo acercamientos, no eran las mejores para mí y mis intereses, así lo entendió Jorge y yo al final, entendí mi lección de vida, y nada más”.
—¿Cuál fue tu lección?
“Que cada futbolista tiene derecho y puede tomar o no sus decisiones.
– Sin festejo
—Entonces ¿vas festejar?
“Cariño y respeto, claro que hay, pero festejar, claro que sí… como ando, tan necesitado que ando, por qué no lo voy a hacer”.
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