Guadalajara, Jal.-
La profesión del arquero es singular como ninguna otra en el balompié. En “El futbol a sol y sombra”, el uruguayo Eduardo Galeano escribió: “Es un solo. Está condenado a mirar el partido de lejos. Sin moverse de la meta aguarda a solas, entre los tres palos, su fusilamiento”. Las oportunidades de ser héroe, bajo esos tres postes, son escasas. Por eso, hoy que la fortuna le ha sonreído a Luis Michel, disfruta por completo, se entrega a su momento.
El arquero de las Chivas Rayadas de Guadalajara lleva dos penales atajados en partidos consecutivos. En ambos encuentros, el Rebaño Sagrado se impuso por 2-1. Los errores del portero, por lo general, terminan en goles.
Los aciertos, esta vez, han significado los dos triunfos que tiene el cuadro tapatío en el Torneo de Clausura 2012.
“Estoy muy contento por ayudar a mi equipo, durante la semana te preparas y bueno, me tocó otro penal que realmente hay que tratar de evitarlos. Como la semana pasada, tuve la fortuna de aventarme a ese lado y que la pelota cayera ahí”, señala Michel, convencido de que todo es parte del trabajo de equipo.
Galeano también escribió sobre el guardameta: “Él no hace goles. Está allí para impedir que se hagan. El gol, fiesta del futbol: el goleador hace alegrías y el guardameta, el aguafiestas, las deshace”. El arquero rojiblanco ha sido responsable de las amarguras tanto de Santos como de Puebla. Pero en cambio, brindó alegría a millones de seguidores del Guadalajara.
“Había que tener calma y no desesperarse, porque eso era lo que nos estaba complicando en partidos anteriores, el hecho de querer atacar, sin ningún orden y ahí era donde el rival aprovechaba. Contra Puebla mantuvimos el orden, quitamos el balón en cancha rival y para nuestra fortuna también pudimos concretar un penal a favor”, recuerda Luis Michel.
El repunte del Guadalajara apenas inicia. Falta confirmarlo. Dos victorias no son suficientes para echar las campanas al vuelo. El arquero mantiene los pies sobre la tierra: “Vamos avanzando lugares, pero todavía nos falta mucho. Este partido resultó disputado, quizá no fue el mejor, pero trabajamos para conseguir el resultado y ahora hay que pensar en el siguiente partido, nada más”.
En “El futbol a sol y sombra”, Eduardo Galeano concluyó, de manera puntual: “Los demás jugadores pueden equivocarse feo una vez o muchas veces, pero se redimen mediante una finta espectacular, un pase magistral, un disparo certero: él no. La multitud no perdona al arquero”.
Pero el deporte goza de las mágicas excepciones que confirman reglas. De vez en vez, el portero tiene una oportunidad de oro para ponerse el traje de héroe. Hoy, Luis Michel vive ese momento y lo disfruta plenamente.
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