Monterrey, N.L.-
El espíritu libre de una mujer que nunca acató los cánones sociales porque decidió vivir bajo sus propias normas, dejó como legado una gran aportación al arte que ahora es apreciado y valorado, cuando en su tiempo fue criticado y censurado.
La catedrática de la Universidad de Nuevo México, Patricia Rosas Lopátegui, realizó un minucioso trabajo de investigación en torno a esta mujer que fue bautizada como Carmen Mondragón pero pasaría a la historia como Nahui Olin.
“Nahui Olin -Sin Principio ni Fin- vida, obra y varia invención” fue presentado el pasado domingo 4 de marzo en la Casa Universitaria del Libro por la pintora Saskia Juárez y la poeta Jeanette Lozano Clariond.
Para Juárez, la rebeldía de la joven que fue criada por una familia de la alta sociedad y educada en un colegió de monjas fue el principal sello de su personalidad que la definiría durante toda su existencia.
Uno de los rasgos notables de esta artista es que fue la primera mexicana que incluyó el tema del erotismo en sus pinturas y poemas.
“Era un ser incontrolable, pero gracias a esa situación creo que dio una pauta a decir: bueno y porque la mujer no puede hacer también lo que le da la gana. Entonces, al pintarlo, imagínense al escribirlo, porque también hacia poemas eróticos.
“Las mujeres de su tiempo no hablaban de su cuerpo y no hablaban de sus necesidades físicas, ni fisiológicas, ni todo eso y ella sí lo hacía”, destacó Saskia Juárez.
Por su parte, la poeta Jeanette Lozano Clariond elogió el trabajo de la investigadora Rosas Lopátegui, quien escudriñó en la esencia de la poeta y pintora que causó revuelo en los años veintes del siglo pasado.
“Un verso, una palabra, una omisión, un cambio de inicio o de final de un poema, han sido analizados con mucho cuidado en este volumen por que quizá no nos detenemos a pensar porqué hay un inicio o un remate de un poema en ocasiones.
“Y porqué Nahi Olin decide cambiar el poema o la línea, y es el cambio de una vida del ser, del poeta, en este caso. Aquí se revelan ocultamientos consientes o inconscientes, levantando el vuelo de una voz o de las diversas voces de esta maravillosa autora que aquí se nos presenta”, resaltó Lozano Clariond.
La autora de esta edición editada por la UANL, Patricia Rosas Lopátegui, agradeció públicamente a Tomas Zurián, quien se ha dedicado a recopilar la obra de Nahui Olin con los coleccionistas privados.
“Quiero agradecer a Tomás Zurián el estudioso más importante de Nahui Olin, quien me proporcionó el material de y en torno a nuestra autora para ser posible el rescate de su obra.
“Cuando yo descubrí a Nahui Olin hace apenas 10 años, me di cuenta de que también había sido una gran poeta y que su obra estaba prácticamente olvidada”, recordó.
Rosas Lopátegui dijo que una de las cosas que le atrajo poderosamente la atención de Nahi Olin, es que pese haber nacido en el seno de una familia completamente tradicionalista, ella decidió su propio destino.
“Ella en ese ámbito de restricciones y de grandes limitantes, vamos a encontrar a un espíritu que a los 10 años empieza a hacer planteamientos que la mayoría de las mujeres no nos hacemos a esa edad .
“A los 10 años muestra una gran rebeldía y unas preocupaciones insólitas; y la directora del Colegio, una monja francesa trataba de reprenderla, pero al mismo tiempo se maravillaba de la inteligencia de su alumna, por lo que se encargó de guardar sus escritos y gracias a ella podemos comentar todo esto ”, compartió la investigadora originaria de Tuxpan, Veracruz.
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