México, D.F.-
Más de una vez, en la sección de libros de viejo de Frankfurt -dentro de la emblemática feria alemana- han puesto a la venta primeras ediciones de las obras más cotizadas de Gabriel García Márquez; en una de las últimas ediciones, la librería londinense Bernard Quaritch vendió en 6 mil euros, una primera edición de “Cien años de soledad”.
Esa edición impresa por Sudamericana en 1967, que tiene en la portada un galeón en la selva colombiana, es el más grande objeto del deseo de los coleccionistas, esos que rebuscan en librerías de México y Colombia, y que rastrean las páginas de internet con el sueño de comprar esa “joya” impresa en Buenos Aires del escritor colombiano que hoy –martes- cumple 85 años.
Si en México, la primera edición de “Cien años de soledad” puede alcanzar un precio de entre 15 y 20 mil pesos -dependiendo de su estado- y se puede duplicar o triplicar si lleva su firma y más aún si le puso una dedicatoria para otro escritor; en Colombia, se puede conformar lotes enteros -cada vez con más dificultades- con primeras ediciones de sus obras, ejemplares con firmas o libros raros, que se cotizan en miles de dólares.
¿Qué tiene García Márquez y su obra que se han convertido en un fetiche?, ¿qué ha hecho que el Premio Nobel de Literatura 1982 sea el escritor latinoamericano mejor cotizado, más que Pablo Neruda, José Saramago o Julio Cortázar?, ¿qué tiene que seduce y hace que sus coleccionistas persigan primeras ediciones, manuscritos, cartas, libros firmados, ejemplares “raros” y casi únicos?
Guillermo Martínez, el fundador de la librería colombiana Trilce, que es famosa por que suelen ir a parar allí las bibliotecas de connotados intelectuales colombianos, asegura que el caso de Gabriel García Márquez es único e insólito.
“Con él sucede que tener una primera edición o una obra firmada es como tener un cheque al portador, cosa que no sucede con otros autores que son igualmente famosos o tan importantes como García Márquez pero que no tienen el mismo prestigio y comercialmente no tienen la misma salida”, señala el editor y librero en entrevista vía telefónica desde Bogotá.
El Rey Midas de la literatura
Es tan singular el caso de Gabo, que se ha convertido en “un fetiche raro entre los coleccionistas”, tal como señala Guillermo Martínez, quien relata que el año pasado vendió una colección “bastante grande de obras de García Márquez en más o menos ocho o nueve mil dólares”.
Entre esos poco más de 25 libros que fue reuniendo durante varios años, había varias primeras ediciones, una de “La hojarasca”, una de “La mala hora”, una de los “Cuentos completos” firmada, la segunda edición de “Cien años de soledad” también con rúbrica del Nobel, la primera edición de “El coronel no tiene quien le escriba” que fue publicada en la revista Mito; así como “otra edición un poco curiosa editada en Argentina que se llamaba “Isabel viendo llover en Macondo”, firmada por García Márquez”, señala el librero y editor.
El paquete incluía otras obras menos cotizadas como una primera edición de “Los cuentos peregrinos” firmada, la primera edición de “Vivir para contarla” firmada, la primera edición de “Memorias de mis putas tristes” también firmada, una edición de “Tres cuentos” que incluye el primer cuento de García Márquez premiado en 1954 por una asociación de escritores colombianos.
“Hay otras ediciones curiosas que no son fáciles de conseguir, como los ‘Cuentos del coronel’, una colección que hizo Juan Gustavo Cobo Borda sobre García Márquez, había un álbum que hizo Procultura cuando ganó el premio Nobel y otro de reportajes a García Márquez, algunas ediciones piratas que son curiosos porque con el tiempo se han vuelto difíciles de encontrar; más o menos eran como unos treinta libros y eso lo vendí entre 8 y 9 mil dólares y me lo compró un coleccionista colombiano”, cuenta Martínez.
Ese afán por reunir ediciones, manuscritos y objetos del periodista y escritor, es también intensa en México. A la librería La torre de Lulio llegan “amantes” de Gabo, desde Joaquín Sabina hasta coleccionistas “sin nombre”, buscando, sobre todo Cien años de soledad que hoy en día se puede vender “en el rango de 15 mil 20 mil pesos, según el estado en que se encuentra”, señala Agustín Jiménez, fundador de esa librería mexicana.
“Alcanza un rango mucho más elevado cuando está dedicada de escritor a escritor, es decir no es lo mismo que esté dedicada por Gabriel García Márquez a la joven Lucía Pérez Coqueta que de Gabriel García Márquez a Julio Cortázar, por ejemplo, porque entra un fetichismo doble, primera edición y coleccionismo de dedicatorias y firmas de escritor a escritor, que es lo que más se evalúa en este mercado”.
Gabo en cifras
En noviembre de 2002, días después de la aparición de la primera parte de sus memoria, titulada “Vivir para contarla”, que salió con un millón 150 mil ejemplares en todo el mundo y que en Colombia se agotó la primera edición, Christie´s de Londres puso en subasta los originales de “Cien años de soledad” corregidos a mano por Gabriel García Márquez, con un valor estimado en medio millón de dólares.
Ese tipo de hechos no sólo muestra los precios “absurdos” que pagan por los libros, que para algunos es “cosa de maniáticos y de gente muy rara”, sino también la especulación económica a través de un escritor. Agustín Jiménez asegura que hay una economía real del libro a través de las librerías que buscan y ofrecen y “el ditirambo” en Internet, donde a veces los que “ofertan” ni siquiera tienen los libros.
“Mucha gente me viene a ofrecer sus libros de García Márquez para que traté de comercializarlos, las más solicitadas son sus míticas primeras ediciones, hay un parteaguas con ‘Cien años de soledad’, porque con las ediciones posteriores ya es distinto; por ejemplo, la primera edición de ‘Crónica de una muerte anunciada’ salió con un millón 50 mil ejemplares, entonces es muy sencillo tener esa primera edición, pero aun así si están firmadas las vendó en 500 pesos”.
Guillermo Martínez cuenta la historia de una carta escrita que García Márquez le mandó a su amigo de juventud Carlos Alemán, donde habla por primera vez de su deseo de escribir una novela que posteriormente se llamó ‘Cien años de soledad’ y que en esa época se llamada “La casa”. “Carlos Alemán la vendió, hace 12 años, a una universidad de Estados Unidos en unos 7 mil dólares, hace 12 años, hoy debe valer el triple”.
Mientras sus libros alcanzan precios exorbitantes y los coleccionistas buscan el milagro de comprar cartas o manuscritos con su letra, Carmen Balcells, su agente literaria y amiga, dijo en entrevista que Gabriel García Márquez cumplirá 85 años “un poco pachucho (alicaído)” de salud. “Gabo está un poco pachucho, y yo a veces lo atribuyo a que nos hacemos mayores”.
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