En muchas décadas la palabra corruptos había salido del ronco pecho de militantes del Partido Acción Nacional para acusar a sus contrincantes del PRI, pero no hay antecedentes –al menos desde que el primero ganó la presidencia de la República–, que ese calificativo fuera para etiquetar a otros panistas.
Si los albiazules creyeron que llegarían tiempos de paz, felicidad y unión tras la designación de Josefina Vázquez Mota, la realidad es todo lo contrario en 14 estados del país donde grupos antagonistas elevaron el tono de sus descalificaciones.
En Nuevo León, miembros de la llamada “vieja cúpula” en donde se encuentran ex alcaldes, ex secretarios estatales y ex dirigentes, se pusieron color de hormiga cuando el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) puso primero en la lista de candidatos a diputados plurinominales al alcalde de Monterrey, Fernando Larrazabal Bretón.
Alejandra “Kana” Fernández, quien fue presidenta del PAN en el Estado; José Luis Coindreau, ilustre militante, y Alejandro Páez Aragón, ex alcalde de Santa Catarina, entre muchos otros, no bajan de corruptos a Larrazabal y a Raúl Gracia, quien va primero en la fórmula al Senado.
Ambos, Larrazabal y Gracia, son del mismo equipo llamado la “neocúpula” del PAN en Nuevo León, que está enfrentando a los viejos albiazules que sienten fueron marginados en la repartición del pastel rumbo a las elecciones del primero de julio próximo.
Las acusaciones entre militantes de Acción Nacional, que antes se lavaban en casa como la ropa sucia, ya trascendieron a la prensa nacional y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife).
Y como nunca antes había sucedido en Nuevo León y en otras entidades de México, los agraviados consideran a sus hermanos de ideología como corruptos, mismos que no merecen las posiciones que Gustavo Madero Muñoz, su líder nacional ahora en el paredón, les entregó ¿a cambio de qué?, se preguntan.
En Tamaulipas, otra agraviada es Maki Ortiz de Peña, subsecretaria de Salud del gobierno federal, quien perdió en la interna al Senado contra Francisco García Cabeza de Vaca, el corrupto ex alcalde de Reynosa que se encargó de sumarle votos a Vázquez Mota.
Si desde las tribunas pensamos que no habría espectáculo en el PAN, la verdad es que se puso bastante bueno, algo que se antoja como la primera parte de un real thriller político pintado de azul, no de rojo.
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