Miami, Florida.-
Los primeros regaños aparecieron cuando todavía no se habían jugado ni cinco minutos. El técnico José Manuel de la Torre presintió el desastre. Sus pilares se derrumbaron frente al sólido equipo colombiano. Los “legionarios europeos” fallaron. La epidemia atacó el corazón del Tricolor.
Ni siquiera Javier Hernández pudo salvarse. Alejado, desesperado, poco fino ante la portería rival y tibiamente abucheado cuando fue relevado por Oribe Peralta (72’), “El Chicharito” personificó la frustración, mientras caminó hacia la banca. Ya lo esperaban los hermanos Dos Santos, quienes también la pasaron mal sobre el histórico césped del estadio Sun Life en Miami.
Primera vez que la Selección Mexicana se va sin anotar con “El Chepo” como estratega. El 0-2 en favor de Colombia fue el resultado del choque entre un equipo con piezas oxidadas y otro que inicia la renovación, con el argentino José Pekerman como el generador de las ilusiones cafetaleras.
Triste velada para hombres considerados fundamentales en el esquema tricolor. Ninguno sufrió como Guillermo Ochoa, cuya mirada se clavó en el pasto, cuando el árbitro Terry Vaughn pitó el final de este amargo ensayo.
Aquel rechace, tras la ráfaga disparada por Dorlán Pabón, detonó miedos y resaltó limitaciones. El guardameta del Ajaccio volvió a equivocarse en la puerta mexicana, pues no se quedó con la pelota. Héctor Moreno y Rafael Márquez fueron cómplices en el primer tanto sudamericano.
Radamel Falcao García es un goleador de elite mundial, auténtico tesoro del Atlético de Madrid. Peligroso con marca y despiadado si no se le cuida. Lo demostró al chocar el balón escupido por el arquero mexicano (36).
Jugada catártica. Pese a que Pablo Barrera y Giovani contagiaron su malaria a Andrés Guardado, el Tricolor se las había ingeniado para enfrascarse en un emotivo duelo de ida y vuelta con los colombianos. El espíritu guerrero fue devorado por El Tigre sudamericano.
También las pocas ideas en la generación de juego ofensivo. Márquez aportó un par de trazos largos, Barrera unos cuantos desbordes y Salcido algún disparo de media distancia. Raquítica cosecha para los “foráneos”.
Los rivales les obsequiaron una cátedra en la jugada que generó la anotación que fulminó las ilusiones. Antes de que Juan Guillermo Cuadrado empujara el balón (59), los colombianos hilaron 17 toques sin respuesta. Monólogo que desató el éxtasis entre los miles que acudieron con la camiseta amarilla.
Los verdes sólo han derrotado a su adversario de esta noche en dos de sus más recientes 10 confrontaciones (un par de igualadas y seis reveses).
También fue un triste debut del polémico naturalizado, Damián Álvarez, quien jugó sólo 15 minutos, cuando el partido ya no tenía sentido.
El Chepo presintió que la pasaría mal cuando el duelo apenas comenzaba. Intentó ajustar. Demasiado tarde. Los “legionarios” que suelen resolverle problemas, esta noche en Miami le generaron un verdadero desastre “europeo”.
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