Pinto y la rivalidad con Tomás Boy

México, D.F.-
Fausto Pinto ya olvidó… o quiere hacer pensar eso. El defensa de Cruz Azul desea dejar atrás aquel incidente con Tomás Boy, el torneo anterior, donde una reclamación del Jefe provocó su expulsión.
La Máquina y los Monarcas se vuelven a ver las caras y Pinto afirma que aquel problema “quedó muy bien enterrado”.
— ¿En serio?
— Sí, ya lo olvidé.
— ¿De veritas?
— Qué sí… esto es nuevo, cada partido hay que dejarlo atrás no sirve de nada guardar eso.
Es más, para el zurdo, el encontrarse de frente a Boy no le inquieta: “No me interesa hablar de él, me interesa aportar al equipo, y lo demás, dejarlo de lado”.
— ¿Lo saludarás?
— Je… No lo sé. No me preocupa, ni siquiera lo he pensado.
— ¿Es posible concentrarse sólo en la cancha, con un tipo como Tomás Boy en la banca?
— Bueno, ya conocemos cómo es, cómo se comporta… no voy a dar a conocer nada nuevo.
— ¿Pero, se puede?
— Claro que se puede. El que esté ahí no significa nada dentro del terreno de juego.
Pinto quiere acabar con el tema, la suspensión que derivó de aquella protesta del técnico de Morelia, ya no puede revertirse. “Ya se habló mucho de ese asunto, lo mejor para mí es pensar en lo que sucede en la cancha, nada más”.
Rivalidad
Los últimos cuatro juegos entre estos equipos han significado victorias para los Monarcas, pero lo que más ha dolido a los Cementeros son las dos eliminaciones consecutivas en Liguilla.
“Sí —asegura Fausto—, los últimos partidos se han ido de su lado, pero son estadísticas, nada más”.
Números fríos, pero que al final acrecientan la rivalidad: “Se han dado buenos partidos y son más recordados porque han sido en fase de finales, esto pone interesante el asunto para todos, pero al final, nosotros debemos de dejar de lado todo eso y concentrarnos en el presente y el presente es tratar de ganar a toda costa”, finalizó.
El director deportivo Alberto Quintano, dijo que se tratará de forma interna una posible indemnización de parte de la Federación de Chile, por la lesión y operación del zaguero Waldo Ponce.