México, D.F.-
Hablar de vinos rosados es hablar del patito feo de la familia; frente al mundo de los vinos es el menos valorado y subestimado. Los amantes de los caldos, quienes disfrutan de una copa de rojo, con cuerpo, les cuesta en ocasiones tomar un rosa seriamente. Sin embargo, los vinos rosados, ya sea still o espumoso, avanzan a grandes pasos por su notable calidad y son perfectos compañeros para el brunch o una comida al aire libre.
El ejemplo principal de un vino rosado es la combinación entre los atributos del vino rojo y blanco; una mezcla de frutos rojos (fresas, cerezas y frambuesas), con notas florales de rosas y un ligero toque ácido.
Entre las bodegas más importantes se encuentra La Mordorée (Francia), Ott, Provence (Francia), Cháteau de Lancrye (Francia), Muga (España), Iron Horse Vineyards (California) y Champagne (Francia), por mencionar algunas.
Etiqueta tu amor
La champaña tuvo la original idea de lanzar una edición especial basado en el glamour del Rosé con el urbanismo del grafitti. Un acercamiento entre dos polos que dialogan entre sí, enfatizado el poder del arte urbano y las bondades de una champaña rosada que durante más de dos siglos se ha definido como una de las bodegas más importantes.
Este concepto ilustrativo, a cargo del francés André, quien se convirtió en el artista grafitti más activo de Paris, fue el primer artista en introducir un personaje como firma (Mr. A), en lugar de la usual firma con su nombre; imaginó un concepto romántico poniendo su talento de manera que el público interviniera de la misma forma, con sus sentimientos e ideas, pero al mismo tiempo compartido.
En definitiva es una excusa ideal para acercarse al mundo Rosé, ponerse creativos y demostrar el lado romántico que todos llevamos y perfecto para seguir celebrando el mes del amor y la amistad.
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