México, D.F.-
Interpreta uno de los antagónicos principales en la obra llamada “Sudáfrica 2010: nuevo fracaso tricolor”. El problema es que no solicitó el papel. Ironías de la vida, la elección popular no fue democrática… Y ya se cansó de ofrecer explicaciones.
Guillermo Franco sabe que es una lucha tan dolorosa como sorda. Jamás dudó de la hostilidad que encontraría en su regreso al futbol mexicano, pero anhelaba que todo quedara aclarado en unos cuantos días.
La teoría se derrumba cada que ingresa al lienzo verde. El domingo anterior, en el estadio Azteca, volvió a ser abucheado.
Su labor con la Selección Mexicana, en el más reciente Mundial, lo hace villano predilecto de la afición.
Etiqueta que le lastima, aunque se hace a la idea de que difícilmente podrá quitársela, al menos en el corto plazo. El Guille prefiere concentrarse en su presente con el Pachuca y cerrar la oscura página.
“Las explicaciones del caso las he dado”, sentencia el atacante. “He manifestado mi opinión de que sí consideré injusto que, por ahí, se busque a un sólo culpable, que sea yo, y tenga que pagar los platos rotos. Si sigue habiendo gente que piensa así, pues está bien, problema de ellos”, expresa.
Esa animadversión radica en que Javier Aguirre lo utilizó como titular en tres de los cuatro juegos disputados por el Tricolor en la Copa del Mundo, mientras que Javier Hernández sólo inició el partido ante Argentina; sin embargo, el “Chicharito” marcó dos goles durante el torneo y el hoy jugador de los Tuzos se fue en blanco.
“Estoy tranquilo de lo que hice, lo que di”, asegura. “Siempre va a haber gente que siga pitando, que no esté de acuerdo con lo que pudo haber sucedido, lo que pude haber dicho… Ya no puedo hacer algo al respecto”.
“Aclaré lo que tuve que aclarar, dije al respecto lo que debía, y ya está”, insiste.
No se arrepiente por aceptar la propuesta de la directiva hidalguense. Resalta su cariño y agradecimiento con México, así como su postura de no engancharse con los aficionados, por más que éstos continúen metiéndose con él.
Reconoce no esperar un cambio en la perspectiva de quienes lo consideran uno de los principales antagonistas en esta obra con final tan amargo como conocido.
“Hay gente que seguirá así siempre y nunca me he puesto a discutir”, subraya, con cierta molestia. “Respeto la opinión de todo el mundo y si la gente considera que tiene que seguir haciendo esto, allá ellos”.
“Estoy enfocado a lo mío, a trabajar. Ya di demasiadas explicaciones de todo lo que pasó en el último Mundial, así es que ya está. Los que lo quieran entender, bien; los que no, que sigan pitando y las demás cosas”.
Franco buscará la titularidad con el Pachuca y revivir su idilio con el gol. El capítulo tricolor está cerrado, pese a que, involuntariamente, se mantenga como actor principal de una puesta en escena que no le agrada.
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