A menos de cinco meses para elegir en las urnas al nuevo presidente de México parece que ya no queda títere con cabeza; no hay día sin descalificaciones entre los candidatos y las redes sociales están llenas de insultos anónimos con videos que buscan taladrar el cerebro de los electores.
Si en el cierre del año pasado el tema favorito en estos espacios fue que Enrique Peña Nieto no conocía el título de tres libros que marcaron su vida, seguramente será desplazado por la “la hija gorda” de Josefina Vázquez Mota que no apareció en la portada de la revista Quién.
Aunque la publicación de este medio fue en el otoño de 2011, cuando la señora era precandidata del PAN, en los últimos días ha surgido una polémica de por qué en la carátula de Quién de no está la hija Celia María quien tiene sobrepeso; sólo están con ella su esposo y otras dos hermanas de la ausente.
Ante la avalancha de rumores que circulan en Internet de que la verdadera razón de esa ausencia es que Vázquez Mota no quiso, que le da vergüenza que sepan que tiene una hija obesa, entre otros milagritos que le cuelgan, enseguida quise transcribir la explicación de la editora de la revista, Laura Mazo.
Laura Mazo se refirió a las minutos previos a la sesión fotográfica, en un editorial donde también descobija a la virtual candidata del PAN a la presidencia, sobre su gusto por el tequila en horas de trabajo, que la periodista rechazó.
Fue un domingo, un largo domingo ya que Josefina supuestamente llegaría como a medio día de una reunión del PAN en Guanajuato. Sin embargo todo se retrasó y aunque ya el equipo de producción estábamos instalados en la biblioteca de la casa, la sesión comenzó hasta las 6 de la tarde. Pero eso no le importó a esta mujer de pequeña estatura y muy delgada complexión. Estaba entera. Nos contó que se levanta diario a hacer ejercicio. Y también nos invitó un tequilita. La verdad, nos dio pena pero lo rechazamos, había que levantarse temprano al día siguiente.
La familia completa —Sergio, su esposo, María José y Montserrat, sus hijas— excepto Celia María, estaban ahí. ¿Por qué no? Celia estaba trabajando. Estudia medicina y estaba en el hospital. Ya, entrada la noche, digamos que como a las once, cuando las fotos habían sido tomadas, Celia llegó a la casa y alcanzó a platicar con Nacho Lozano, quien había entrevistado a Josefina y al resto de la familia. Ya no salió en la foto, no; pero ahí estuvo al final. Lo que nos dijo Josefina de su hija de en medio es que no le encantaba la idea que ella estuviera en la política y menos que se lanzara como candidata a la Presidencia, ya que no quería recibir un trato diferente en ningún lado.
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