México, D.F.-
La visita del Papa Benedicto XVI a México es eminentemente religiosa y carece de algún tinte electoral, aunque entiendo que haya quienes se preocupen por ello, expresó el Nuncio Apostólico, Christophe Pierre.
Entrevistado por Notimex y a 40 días de la visita papal, Pierre también se refirió a actos de violencia que se viven en diversas zonas del país”, y expresó que el Sumo Pontífice “no tiene miedo de venir a México. Al contrario se siente protegido por el extraordinario amor que los mexicanos tienen hacia el Santo Padre”.
El Nuncio Apostólico en México reconoció que la seguridad del Papa “es un asunto permanente, ya sea en Roma, en el Vaticano o en una visita en Inglaterra o España; siempre hay una movilización para una protección eficaz. Ese es el deber de todos”.
El representante papal, quien lleva cinco años en México, relató que “el Estado mexicano a todos niveles está tomando muy seriamente la protección física del Santo Padre”.
Comentó que desde la semana pasada han venido los responsables del Vaticano, quienes dialogaron con integrantes del Estado Mayor Presidencial. “Estoy seguro que todo se ha hecho muy bien, pues lo he podido verificar”, dijo ante supuestas amenazas contra la seguridad física del Pontífice las que calificó de “fantasiosas”.
Comentó que el Papa Benedicto XVI está bien informado sobre la situación que se vive en México, y confió en que su “presencia y su palabra, y la de todos nosotros como Iglesia Católica, sea una llamada fuerte para acabar con la violencia, la cual no tiene futuro”.
“Los católicos sabemos muy bien que podemos contribuir a esta lucha contra la violencia; ahora, a largo plazo, es claro que tenemos que hacer todo un esfuerzo en materia de educación con los jóvenes para que salgan de la tentación, de la trampa de la violencia”, subrayó.
La visita del Papa a México, del 23 al 26 de marzo, incluye una reunión con el presidente Felipe Calderón y su familia.
“Es una cosa normal, los viajes del Papa son una respuesta a la invitación de la Iglesia Católica, pero también de autoridades a nivel Estado, en este caso el mexicano, entonces aparte de la recepción y despedida por autoridades hay un momento particular más largo y protocolario en la Casa del Conde Rul”, explicó.
Señaló que Benedicto XVI no dispondrá de tiempo para otros encuentros en el ámbito político o social.
“Tengo que decirles que no hay físicamente el tiempo, el papa no puede pasar su tiempo encontrándose en privado con distintos grupos y personas, no es el momento. Pienso que las personas tienen que entender que se trata de un encuentro con el pueblo mexicano, por lo que los encuentros privados prácticamente no podrán realizarse”, sentenció.
Es decir, advirtió, “no habrá privilegios, nuestro deseo es ser justos con todas las personas y cuando no se puede no se puede; no es un insulto a las personas, cuando no se puede no se puede”.
El representante del papa en México descartó “absolutamente” que la visita tenga tintes electorales, ya que su agenda no puede corresponder con una local, la cual “respetamos, aunque entiendo muy bien que haya gente que diga esto”.
“El papa está perfectamente informado de los tiempos electorales de México, pero él sabe muy bien que su visita es totalmente independiente”, exclamó.
Sobre el impacto de su visita para México y América Latina, Christophe Pierre indicó que es un acontecimiento nuevo que “nos llena de esperanza”.
“Para mí lo esperado es que la visita del papa nos dé una nueva esperanza, eso me parece que falta, la sociedad está un poco agobiada entre la violencia, la pobreza, los problemas de la migración; son problemas en donde anhelamos una solución”, señaló.
Con esta visita, admitió, “no encontraremos esperanza de un día a otro, pero si hay más esperanza los políticos van a encontrar la fuerza de buscar soluciones; que tengamos el coraje, la capacidad de dialogar para encontrar soluciones”.
No obstante, abundó, hay mucha esperanza en los mexicanos y “no hay que decir que sólo hay violencia, claro que la hay y hay muchos problemas, pero no sólo eso es México”.
El líder eclesiástico consideró que América Latina sigue siendo el continente de la esperanza, pero “tenemos que despertar la esperanza aún más en México”.
Agregó que la iglesia es una continuidad, “el papa Juan Pablo II era extraordinariamente popular pero se ha ido y ahora estamos descubriendo a Benedicto XVI; ojalá los mexicanos lo descubran en esta visita, con todo su valor y toda su personalidad. Es el papa que hoy Dios nos mandó para hoy, para este tiempo”.
En tanto, aclaró que el papa no podía ir a varios lugares del territorio nacional por sus condiciones de salud y reconoció que en un principio se pensó en la ciudad de México, pero por recomendación de sus médicos se buscó un sitio con menor altitud y se eligió Guanajuato por su historia e importancia religiosa.
“Me parece una decisión lógica que el papa, al no sentirse capaz de venir aquí por motivos de salud, haya escogido Guanajuato al pie del Cerro del Cubilete, que es un lugar central físicamente, simbólicamente y religiosamente”, finalizó.
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