San Antonio, Texas.-
Una cabeza que controló “El Veneno”. Estrategia planteada para incomodar al oponente, minimizar su fuerza y maniatar al rival. Así planteó Julio César Chávez Jr. la pelea, y eso le valió para ganar la contienda a su compatriota Marco Antonio Rubio por decisión unánime con lo que retuvo su cetro medio del Consejo Mundial de Boxeo.
“El Hijo de la Leyenda” (45-0-1, 31 KO) mantuvo su cetro tras llegar a la lectura de las tarjetas en un combate cerrado que podría ser la victoria más sufrida en lo que va de su carrera. Los jueces dieron 118-110, 116-112 y 115-113, ante un inconforme Rubio (53-6-1, 47 KO), desde el Alamodome de esta ciudad.
“Fue una dura pelea contra Rubio. Di mi esfuerzo la verdad es que fue complicado pero satisfecho de poder salir avante. No creo que hayan quedado dudas del resultado. Vamos por más triunfos”, comentó Julio César, arriba del ring.
Si bien las más de 14 mil personas que se dieron en el Alamodome eran en su mayoría seguidores de Chávez Jr., el coahuilense también llegó con una numerosa afición que se le entregó en todo momento.
Primer round de estudio. Julio César fue el primer en conectar un sólido volado, pero en un asalto en que pocos golpes se lograron colocar ambos pugilistas. Rubio intentó abrir la guardia del sinaloense con el puño izquierdo, mientras daba pasos cortos para interceptar los recorrido del Junior. El retador tuvo un momento de apremió al quedar recargado contra las cuerdas en el segundo episodio.
Para el tercero, Julio intentó acortar distancia. Entró al intercambio de cueros en corto, para buscar conectar con éxito su volado izquierdo. Algo que de inmediato le advirtieron a “El Veneno” sus entrenadores para que lo evitara. La cercanía de ambas cabezas provocó el encontronazo en más de una ocasión, pero sin consecuencias. Rubio, por momentos encontró mejores golpes con volados rápidos y precisos.
Fue en el quinto que los cueros a la zona hepática de ambos gladiadores se escucharon con intensidad. La primera pausa forzada de la contienda se dio cuando Marco conectó un golpe debajo de la cintura. Sólo una advertencia. Chávez tuvo acorralado a su rival, pero conservó estamina, en una táctica diferente a lo mostrado en su última pelea.
Julio cerró en gran forma el sexto con el uno y dos que conectaron de gran forma sobre el retador. No obstante, “El Veneno” no mostraba síntomas de resentir los embates del que es seis años más joven. Para el siguiente round, Rubio sacó una serie de golpes consecutivos a la zona blanda de Julito.
En el décimo el cansancio del campeón era evidente. Fue un round en el que ambos boxeadores conectaron sus mejores jabs. Fue un momento de intensos castigos que podía inclinar la balanza para cualquier lado. Último asalto en el que Chávez cerró ligeramente más fuerte, con volados al rostro de Rubio, quien hasta este round mostró síntomas de cansancio.
“Veneno no pega tan duro, luego del séptimo sentí las piernas más pesadas”, dijo Chávez Jr, quien dijo que los problemas para dar el peso lo minaron. “Voy a poner más cuidado con mi peso, ya no me voy a confiar nada”.
En el horizonte de Chávez aparecen ahora peleadores con más nombre. Antonio Margarito, Miguel Cotto y la inevitable pelea con el argentino Sergio Martínez.
“Si peleó como hoy, Sergio me puede vencer, me voy a preparar para ganarle”.
En tanto, el filipino Nonito Donaire se proclamó campeón supergallo de la Organización Mundial de Boxeo, al imponerse por decisión divida al puertorriqueño Wilfredo Papito Vázquez Jr. en un intenso combate en donde ambos pugilistas tuvieron su oportunidad de noquear.
El asiático sacó provecho de sus contra ataques, además de su gran velocidad de piernas para llevarse el cetro que había dejado vacante Jorge “Travieso” Arce.
En la lectura de tarjetas se sentenció la victoria por decisión divida para el filipino por un doble tarjetón a su esquina de 117-110 y un 115-112 para el boricua.
En otros combates, el estadounidense Vanes Martirosyan se proclamó campeón plata del CMB, una vez que se impuso en tercer round a su compatriota Jennie Cardenas por la vía del nocaut. El dirigido por el afamado entrenador Freddie Roach mandó a la lona a su adversario en los dos minutos y 53 segundos de dicho asalto, con lo que mantiene su invicto con 32 victorias en igual número de peleas.
En tanto que el otro mexicano presente en la velada, el bajacaliforniano Raúl Hirales, se impuso al estadounidense Shawn Nichol por decisión dividida al término de la pelea pactada a seis rounds. Los jueces dictaminaron 55-59, 56-58 y 59-55.
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