México, D.F.-
Hace siete años, cuando Paco Ignacio Taibo II estaba investigando la figura de Pancho Villa en el sur de Estados Unidos para la biografía de “El Centauro del Norte”, comenzó a encontrar material sobre El Álamo, esa batalla sobre la que Estados Unidos finca su historia heroica y su imperio y que dio lugar a su libro “El Álamo”, editado por Planeta.
“Encontrar tanto material me dio curiosidad y me hice la pregunta de ¿qué se yo sobre El Álamo?, respondí que nada, sé lo que me ha contado Hollywood y como eso no se vale, empecé a revisar rodo, desde las películas que había hecho Hollywood sobre El Álamo hasta la información más o menos seria; de repente supe que ahí había una gran historia”, señala el escritor.
Al comenzar a indagar y reunir material documental, el autor de “Pancho Villa. Una biografía narrativa” se dio cuenta que El Álamo, que no es más es una pequeña batalla que se libra en las afueras de San Antonio donde Santa Anna destruyó en hora y media a los independentistas texanos, luego los va persiguiendo hacia el norte y termina capturándolos en San Jacinto y entonces viene la gran traición de Santa Anna donde negocia la independencia de Texas, es una invención de Estados Unidos.
“Todo el mecanismo norteamericano de construir El Álamo como retórica es falso, está basado en mentiras, los personajes heroicos de El Álamo son en realidad unos canallas de tercera, especuladores de tierra, con enfermedades veneras, tratantes de esclavos y mentirosos”, dice Taibo II.
Pero lo que hace más grave este hecho es que del lado mexicanos, sobre la batalla de El Álamo, sólo hay ignorancia y desconocimiento. “De ahí fue surgiendo un libro que me llevó mucho tiempo de investigación en el que se contaba dos historias, se contaba la historia de lo que pasó y la historia de cómo lo contaron”.
El rigor de la investigación
Paco Ignacio Taibo II ha escrito varias biografías o novelas históricas, en todas ellas parte de la investigación, en ellas no hay nada de ficción. “Hay que tener un gran rigor en la información que manejas, el máximo rigor lo puedes contar bien o mal, a mi preocupa la idea de que la historia sea un arte narrado pero entendido como historia, con el rigor de la investigación”.
Con esa convicción se metió a historia de lleno y a lo largo de más de siete años; descubrió que “El Álamo es un mito imperialista impulsado por Hollywood y por un montón de farsantes y mentirosos”, pero también que por el lado mexicano no hay una investigación seria y no interesa.
Dice que nos hemos olvidado de El Álamo porque Santa Anna es un personaje de ingrata memoria para México; sin embargo, asegura que la ingrata memoria no implica olvido, implica memoria. “Hay que saberlo, recordarlo, hay que ver la negra alianza de Santa Anna con el clero, con el capital de los usureros y sobre todo con el ejército surgido después de la derrota de la independencia con Iturbide”.
Mientras más rascaba en la historia, encontraba más historias apasionantes y también más mentiras; lo que hizo fue escribir un libro que destruía la mentira, contaba lo que sucedió y cómo se contó.
Tras esa investigación y lectura de cientos de libros de historiadores gringos, muchos de ellos plagados de falsedades, Paco Ignacio Taibo II llegó a la conclusión de que El Álamo es la gran fábrica del mito y el mito empieza a invadir otros espacios y a crear sus propias historias, desde los fantasmas y los mediums que los persiguen, el negocio de las cucharitas de plata con la imagen de El Álamo y hasta que sea el tema que más películas ha generado en Hollywood.
También le quedó claro que nunca antes se había contrastado la versión norteamericana con las versiones mexicanas que dice, no son demasiadas y son bastantes pobres”. Lo animó el hecho de que “los mexicanos tenemos derecho a contar nuestra historia que nos la han secuestrado durante años”.
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