México, D.F.-
El Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) ofreció su total apoyo al precandidato presidencial único priísta, Enrique Peña Nieto.
Ante los personajes que protagonizaron hace más de una década el llamado Pemexgate —transferencia de recursos públicos asignados al sindicato a la campaña presidencial del PRI— como Carlos Romero Deschamps, y el titular del Consejo de Vigilancia, Ricardo Aldana Prieto, quien fuera entonces tesorero, Peña Nieto pidió y recibió el respaldo de los petroleros.
Mientras, el líder priísta Pedro Joaquín Coldwell fue más claro al requerir a los petroleros una “alianza” con Peña Nieto y con el futuro.
Hay —dijo Peña— la oportunidad de un cambio y retomar un rumbo que el país ha extraviado, y que hoy los mexicanos están a la espera de recuperar certidumbre y esperanza”.
A cambio, el precandidato ofreció “medidas audaces” para Petróleos Mexicanos (Pemex), pero consensuadas con su sindicato.
Sin detallar su propuesta, ni aludir la que planteó en octubre en favor de la apertura en Pemex, el ex gobernador del Estado de México se adhirió al diagnóstico previo hecho por Romero Deschamps, quien dijo que la paraestatal padece descapitalización, rezago industrial, deficiencias en su Consejo de Administración y ahogo fiscal.
“En esta industria petrolera, el reto está claro. El secretario general ha señalado los rezagos que esta industria enfrenta y lo que se tiene que hacer para que esta gran industria que es orgullo de todos los mexicanos siga siendo promotora del desarrollo nacional, tenemos que asumir medidas audaces acompañadas del acuerdo de los trabajadores petroleros”.
Pero centró su discurso al gremio, al que reconoció “que se la han jugado y rifado por México en todo tiempo” para que sea aliado del PRI.
“Los trabajadores petroleros podrán tener filiación política con el PRI, podrán tener simpatía y respaldo hacia el PRI, y qué bueno y celebro que así sea. Hoy deseo que este ánimo de respaldo a mi partido, y su partido, crezca y se multiplique”.
El objetivo, dijo, es “esta identificación entre ustedes y el candidato de nuestro partido, que me conozcan más, que sepan lo que postulo”.
Pemexgate, cosa del pasado
Aunque por el Pemexgate Romero enfrentó una acusación por peculado electoral que prescribió en 2011, los hechos —la entrega de 500 millones de pesos a funcionarios priístas— fueron acreditados y sancionados por el IFE, que multó a ese partido con mil millones de pesos.
—¿El Pemexgate quedó en el pasado? —se preguntó al ex senador.
—¡Mire lo que anda hablando oiga!… —dijo molesto.
Atribuyó ese caso a dichos. “Bueno, se dicen muchas cosas, ¿no? No todas son ciertas”.
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