El IFE deberá considerar para un futuro varios aspectos si aspira ser un réferi mayormente eficiente y con menos sospechas, entre ellos, que las campañas duren de 30 a 45 días y, el más importante, evitar la guerra sucia con un filtro que impida a los partidos enviar sus spots directamente a las televisoras sin previa autorización.
Campañas de tres meses siguen siendo un verdadero hostigamiento mediático y un despilfarro de casi 15 mil millones de pesos, mismos que el gobierno federal podría destinar a disminuir la pobreza que se agravó en los 12 años del PAN teniendo un inquilino en Los Pinos.
En países europeos como Italia las campañas parlamentarias, que llevan a conformar un nuevo gobierno con un primer ministro a la cabeza, duran apenas un mes. Ni un día, ni una hora más. Entonces ¿cuánto tiempo deberá esperar México para copiar esos moldes?
En estos tres meses de campañas se volvió a repetir la llamada guerra sucia entre dos candidatos presidenciales contra uno. Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota trataron, con sus spots, de debilitar a Andrés Manuel López Obrador.
Era sorprendente saber sobre las impugnaciones presentadas por el equipo del candidato del Movimiento Progresista, ante tal o cual spot. ¿No era más lógico que el IFE tuviera acceso a las producciones televisivas antes de que se vieran en la pantalla grande?
Cómo estaba eso que un spot que ya estaba al aire fuera identificado como parte de la guerra sucia, para luego pasar a la inconformidad de un candidato que se sentía afectado por su contenido, en este caso López Obrador.
Si el IFE contrató a la UNAM para hacer los monitoreos de los cuatro candidatos sobre sus apariciones en las principales televisoras, ¿los consejeros no tuvieron suficiente seso para hacer lo propio, y prohibir los spots que denostaran a uno de los contendientes?
Sólo esa omisión, a propósito o no, para favorecer o no a alguien, es una mancha negra en el IFE en este proceso electoral de 2012 que ya agoniza.
Porque nunca sabremos los mexicanos cuántos puntos restó a López Obrador, como pasó hace seis años. la porquería de spots que tanto el PRI como el PAN lanzaron en su contra, con la complicidad del IFE.
Sobre las tendencias electorales publicadas en los medios los días previos antes de la elección del primero de julio, todo indicaba que el PAN volverá a ser oposición y se colocará como tercera fuerza política en México.
¿Culpables? Buscarlos será parte del recuento de los daños en ese partido, pero
a decir verdad el primero que sentarán en la silla de los acusados será al
ex presidente Vicente Fox Quesada.
Y pensar que en 2000 votamos y elegimos a un guanajuatense que resultó un traicionero a su partido. Un orate, un desquiciado, pues. Lo que nos faltaba en México.
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