México, D.F.-
El cáncer de mama, que causa la muerte a casi 500 mil mujeres al año en todo el mundo, es mucho más complejo de lo que se pensaba, ya que tiene al menos 50 mutaciones genéticas, de acuerdo con un artículo que publican investigadores de México y Estados Unidos en la revista científica “Nature”. No es sólo una enfermedad sino una “colección de enfermedades”.
Los científicos del Instituto Broad, el Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen) de México, el Centro Médico Beth Israel Deaconess, entre otros, realizaron lo que se considera, hasta hoy, la exploración más profunda de los cambios genéticos que originan este cáncer que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres de todo el mundo y en mexicanas de entre 30 y 55 años de edad. Cada hora y media muere una mujer mexicana por esta causa.
Tras secuenciar el genoma de 22 tumores cancerosos y analizar carcinomas de 103 personas -53 de México y 49 de Vietnam- encontraron nuevos genes y algunas mutaciones de otros genes que no estaban previamente asociadas con esta enfermedad.
“Confirmamos que mutaciones en los genes AKT1, MAP3K1 y GATA3 son comunes en esta enfermedad”, señala a EL UNIVERSAL Shantanu Banerji, del Instituto Broad del Instituto Tecnológico de Massachussets y de la Universidad de Harvard. “Descubrimos el gen de fusión MAGI3-AKT3 en un subconjunto de cáncer, pero sobre todo en los ‘triple negativo’ donde no existen terapias específicas actualmente”.
Este gen de fusión, identificado en una muestra proveniente de México, produce una anomalía al unir partes de un cromosoma con otro (translocación) para producir un nuevo gen que transforma células normales en cancerosas. Estos genes no se habían encontrado antes en cáncer de mama. “Observamos que la expresión de la fusión permitía transformar células normales en cáncer, lo que indica que juega un papel importante en la biología del tumor”, aseguró Alfredo Hidalgo, jefe del Laboratorio de Oncogenómica del Inmegen.
Dijo que ya hay medicamentos específicos que inhiben la acción de AKT, que son probados para el tratamiento de tumores distintos, que logran inhibir el crecimiento de las células y que podrían servir para desarrollar tratamientos futuros contra este mal.
Otro hallazgo es la presencia de mutaciones en el gen CBFB y la eliminación del RUNX1, implicados en la regulación de la diferenciación celular, que ya se habían observado en la leucemia, pero no en cáncer mamario.
– Genoma tumoral
Gracias a las potentes y rápidas tecnologías de secuenciación de ADN, que duplican su rendimiento cada 18 meses, los investigadores realizaron el exoma (la pequeña parte del genoma que codifica genes que forman proteínas y que determinan las características de cada organismo) de una amplia gama de cánceres de mama.
Este análisis, iniciado en 2008 en el Inmegen por Alfredo Hidalgo y Claudia Rangel, proporcionó una imagen amplia de la diversidad genética y, aunque no se entienden ni se identifican aún todas las mutaciones, es una primera oportunidad para analizar las bases genéticas del cáncer de mama en México, que requerirá mayores experimentos para determinar si hay diferencias entre las poblaciones.
“A pesar de su complejidad, por primera vez podemos pensar en obtener un catálogo completo de las alteraciones en el genoma de un tumor”, dijo Rangel, del Laboratorio de Genómica Computacional del Inmegen. “Eventualmente será posible analizar el genoma de tumores de pacientes particulares y seleccionar un tratamiento específico, mas afectivo y menos tóxico”.
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