México, D.F.-
“¿Alguna foto más?” y es que los flashes sobre la figura de Luis Amaranto Perea no dejaban de centellar.
El colombiano sonrió a todos, posó para todos en su primer día oficial como jugador de Cruz azul, en un primer día en el que se comprometió a ser “el líder de la zaga” y algo más.
El zaguero conocía las preguntas que se le venían encima a las que les hizo frente sin pretextos: “Conozco la urgencia de Cruz Azul por ganar el título y se han cambiado algunas cosas para eso. Eso sí ¡nadie es el principal salvador! Pero dejaré la vida en cada jugada por los colores del club”.
– ¿Vienes a mandar en la defensa?
Luis lo pensó, no mucho, y respondió: “Me gusta ser líder, me gusta el papel. Tengo experiencia en ese sector y en algunas ocasiones hemos tenido que tirar de la madurez para revertir alguna mala situación. Ya he hablado con algunos muchachos. La experiencia me exige tomar ese rol y lo acepto, ¡cómo no!”.
Mas la respuesta no deja satisfechos a los comunicadores, quieren saber si hay algo más en Perea que sacará a Cruz Azul de los casi quince años de crisis: “Hay que sufrir para gozar, hay que ser humildes para merecer el triunfo. ¿Qué es mucho tiempo? En Colombia llegué al Independiente de Medellín que tenía 40 años sin ganar nada y revertimos; después llegué al Atlético (de Madrid en España) y ganamos dos campeonatos en un mismo año”.
Y hablando de años, el colombiano de 33 firmó por dos, “pero quiero quedarme mucho tiempo”.
– ¿No retrocede el venir a México?
“No. Ni lo pensé al venir. Me han hablado maravillas del club”.
-¿Eres rudo al marcar?
“Soy fuerte, agresivo, lo acepto, voy con todo a la pelota pero de forma frontal, nunca para tratar de agredir a mis compañeros”.
– ¿Qué número utilizarás?
“Jugaba con el 21, pero está ocupado, igual el 14. Con el que quede”.
Y parece que el que queda es el 3 que portaba el chileno Waldo Ponce.
Perea es otro de los varios jugadores que jugaban en Europa y que ahora militarán en el futbol mexicano. “Me gusta, me gusta. Eso habla de que la LIga crecerá, de por sí es considerada como una de las mejores de América y ahora subirá el nivel”.
Los flashes vuelven a aparecer, Perea vuelve a posar, es hora de ponerse la camiseta.
“¿Y?” pregunta.
– Te queda bien, responde la prensa. “Cuando uno se pone la camiseta, se compromete a ser campeón”.
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