México, D.F.-
Mel Gibson recuerda una frase que su abuela solía decirle: “no creas nunca en algo que leas y sólo toma lo que veas con tus propios ojos”.
De esa manera, el director de “Corazón valiente” y estrella de la saga de acción “Arma mortal”, intenta decir que la gente no debe creer necesariamente lo que medios de comunicación publican de su vida, haciéndole caso más a cuestiones privadas, que profesionales.
“¿Que si me molesta?, ¡por supuesto!”, comenta entre risas el histrión de 56 años, en una entrevista concedida a EL UNIVERSAL.
“Ellos (los medios) hacen su negocio y no soy de la clase de personas que ventilan sus cosas. Pero ¿qué puedes hacer cuando la gente decide ventilar cosas de tu vida?
“Sólo debes intentar manejarlo”, agrega el actor, que el próximo viernes se verá en pantallas mexicanas, al estrenarse “Atrapen al gringo”, su nueva película frente a las cámaras.
Y vaya que la vida de Gibson no ha sido fácil en los últimos seis años. Ha estado en los titulares de los medios por escándalos privados, como conducir en estado de ebriedad, su presunta condición antisemita y, recientemente, debido a los problemas con Oksana Grigorieva, su ex pareja.
“No es el mismo juego que solía ser acerca de la vida de las celebridades, (ahora) está llena de escándalos, es una trampa para ponerme en peligro, es un aspecto desagradable, pero que se le va a hacer, está ahí”, subraya.
– Buscando la salida
Por lo pronto, espera que el lanzamiento de “Atrapen al gringo” le quite los reflectores por hacer cosas que han rebasado su privacía. En la cinta filmada hace tres años en México, Gibson interpreta a un asaltabancos que es enviado a una prisión en la que, ayudado por un niño, enfrentará a un grupo de reclusos encabezado por el mexicano Daniel Giménez Cacho (“Arráncame la vida”), de la mano de Jesús Ochoa (“El segundo aire”) y Roberto Sosa (“Lolo”).
La cinta, de la cual fue productor, llega con el antecedente de haber sido lanzada a la televisión estadounidense, sin pasar por la pantalla grande. Pero no es algo que le preocupe. “Creo que vamos a ver un incremento en eso en los siguientes años (estrenos no necesariamente en cine)”, considera Gibson.
“Si tienes algo que es realmente bueno y ágil, la gente reconoce las cualidades y probablemente pueden removerse algunos de los estigmas acerca de la distribución. Quizá llegue el momento en que nos demos cuenta que la realización digital, las pantallas más pequeñas, los formatos digitales de entretenimiento, las computadoras, serán simultáneos con las grandes presentaciones en teatros”, explica.
En “Atrapen al gringo”, dirigida por Adrián Grunberg, comparte crédito con Kevin Hernández, un salvadoreño de 13 años. “Él es el corazón de la película, fue entregado a su trabajo, tiene un par de cosas buenas: es talentoso y apuesto, va por buen camino”.
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