México, D.F.-
“Está el escenario vacío, se apagan las luces, una voz anuncia mi nombre, cada vez que me vuelvo a subir al proscenio me vuelvo a poner nervioso como la primera vez.
Parece que me gusta sufrir, siempre me pregunto lo mismo. ¿Para qué me subo?. ¿Cómo me escaparé del país?. Siento que se me cierra la garganta, no me ha pasado hasta ahorita.
¡Oh!; ¡Se me encima un monstruito escénico que es como un mi alter ego!. ¡Ya se rieron con mi primer chiste!. Sereno. ¡Ya me los eché a la bolsa!, ¡ya son míos!. Esto depende mucho del autoengaño, de mentirme a mi mismo, de decir: ¡Total, no pasa nada!. ¿Te da mucho miedo?; pues éntrale”.
Este es el diálogo interno en la mente de un cómico, comediante o estrella del Stand Up Comedy de lo que significa el actuar frente a un gran público, contando sus aventuras o desventuras. Probablemente contar cosas sea una de las actividades más antiguas de la humanidad, si tomamos en cuenta que, mucha de la información ancestral, se obtuvo por la tradición oral.
Gustavo Proal es un comediante con más de diez años dedicado la actividad de hacer reír, él comenzó inspirado en el finado humorista George Carlin. “Era un tipo de comedia algo cruel, siempre metiéndose en temas escabrosos pero me hacía mucho reír”, comenta y añade.”Para mi el Stand Up es una manera de hacer comedia en la que te ves obligado a hacer tu propio material y tratando de que el humor sea original y se sostenga desde la honestidad de quien tú eres”. Terapia de risa
“Yo antes fui un escuincle tímido que era un inadaptado en la escuela. Ahora que me burlo hasta de mi persona; en mi caso se ha vuelto algo terapéutico incluso”, finalizó.
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