Ciudad del Vaticano.-
El Vaticano continúa pagando el sueldo de Paolo Gabriele, el mayordomo acusado de robar documentos confidenciales del Papa y filtrarlos a la prensa dando origen al escándalo “vatileaks”, confirmó hoy el vocero pontificio Federico Lombardi.
En un encuentro con periodistas el portavoz de la Santa Sede recordó que el imputado es todavía un sospechoso, que no existe sentencia condenatoria en su contra, mientras su familia (compuesta por esposa y tres hijos) “necesitará del sueldo”.
Destacó que, pese a encontrarse en una celda de seguridad, el “ayudante de cámara” del Papa no ha sido despedido sino suspendido temporalmente en sus funciones, al menos hasta el final del proceso judicial en su contra conducido en los tribunales vaticanos.
El sacerdote jesuita informó además que este miércoles tuvo lugar la segunda ronda de interrogatorios formales a Paolo Gabriele, conducidos por el juez instructor Piero Antonio Bonet y el promotor de justicia (fiscal), Nicola Picardi.
Este jueves 7 de junio será feriado por la fiesta religiosa del Corpus Christi, por ello las declaraciones del mayordomo deberían continuar la semana próxima. Nada se sabrá oficialmente sobre el contenido, cubierto del secreto de oficio.
Gabriele ya expresó públicamente su deseo de colaborar con las investigaciones. Los magistrados cuentan con esa voluntad para obtener más datos que les lleven a identificar otros responsables de la sistemática fuga de documentos sobre temas delicados del actual pontificado.
Lombardi no descartó que puedan existir otros arrestos y estableció que, desde hace varios meses, en El Vaticano existía la interrogante sobre el origen de las filtraciones a la prensa de textos reservados.
Desde la noche del 23 de mayo pasado el mayordomo se encuentra en una de las cuatro celdas de seguridad del cuartel de la Gendarmería Vaticana, un edificio ubicado en el único barrio habitado del Estado pontificio, en el extremo noreste del territorio.
Los interrogatorios han tenido lugar en el edificio del tribunal vaticano, situado en la Plaza de Santa Marta, al otro lado de las 44 hectáreas que ocupa el “país más pequeño del mundo” en el corazón de Roma.
Aunque sus abogados, Carlo Fusco y Cristiana Arru, interpusieron una instancia para la libertad condicional el juez instructor se ha reservado de expedirse y, por tanto, el imputado continuará privado de su libertad.
Lombardi calificó de “elucubraciones” los rumores según los cuales Gabriele sería pronto trasladado fuera del territorio pontificio, a una localidad de Italia lejana de Roma.
Y precisó que sigue adelante la investigación independiente sobre el “vatileaks” llevada a cabo por una comisión compuesta por tres cardenales ancianos: Julián Herranz, Josef Tomko y Salvatore De Georgi. Se trata de pesquisas a todo nivel pero no de carácter judicial, precisó.
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