Aún no he comprendido del todo, ¿cual es la protesta? Es decir qué es lo que desea la juventud mexicana de la que alguna vez por desgracia lejana fui parte activa de ella. Las inquietudes como entendí, se cifran en posiciones según ellos no políticas, muchas de las cuales comparto, pues en el aparador nacional sólo cuatro personas de entre ciento veinte millones de mexicanos están en capacidad de ser presidente de México, la pregunta incisiva se formula de inmediato, ¿tendremos paz? ¿mejorará la economía? ¿continuaremos caminando por senderos tortuosos amañados como el que nos presentó por 12 años el panismo? o tendremos un cambio real y verdadero sin importar el color del partido político que represente a quien gane las elecciones.
Eso sin discusión no solo es bueno, es fundamental para el futuro de la Patria pero ¿han pensado muchachos en ustedes mismos? ¿qué futuro les espera? ¿que será de ustedes al terminar una carrera? que muchos lo lograrán y ¿los que no? que pasará con aquellos que terminada la universidad y con profesiones de abogados, médicos, ingenieros, etc., acaben manejando un taxi o vendiendo tacos en las calles citadinas, o sólo Dios sabe qué pero, cero en su profesión. Hay que exigirle al gobierno ser congruente con sus conductas y que las universidades públicas y privadas solo acepten el número de alumnos suficientes para llenar la demanda nacional de profesionales, de lo contrario y ante un crecimiento estatal tan limitado, millones de ustedes no encontrarán empleo y pasarán a formar parte de los 15 millones de mexicanos en pobreza extrema.
Comparto, repito, sus ideas. Que los candidatos todos son unos hijos de la pelona, lo son pero tenemos que escoger a uno, porque así lo manda la ley, más insisto: piensen en ustedes y en sus familias, en su futuro –si es que hay– o se les hace poca la sangre derramada por todos los ámbitos de la República, una guerra por nadie pedida, en contra de no se sabe qué, ni cuantos son los enemigos ni qué armas portan, pues por el desconocimiento, es ir al desfiladero como ahora ocurre.
Tenemos una moderada libertad de expresión, pero eso a quien le importa cuando más de 30 millones de mexicanos no tienen para comer; que viven de los desperdicios y en donde muchos profesionales, como serán ustedes, están subempleados, pregunto: ¿Ese Es El México que Queremos? o soñamos en un México fuerte y poderoso que sea líder en el consenso de las naciones.
Piensen muchachos que el socialismo que hoy aplauden, sólo es la repartición de la miseria, que todos los países socialistas y comunistas del globo han fracasado, porque no se puede repartir lo que a otros les ha costado esfuerzo y dedicación. Sus propietarios lo defenderán con la vida. ¿Que esperamos pues? Una candidato que fracasó en la Secretaría de Educación, otro que se llevó 17 años para salir de una licenciatura de Ciencias Sociales o algo así, exhibido como Fósil Universitario, al que aún no se le pueden leer las cuentas públicas de su ejercicio como Jefe del Departamento del DF y que después de varias acciones contra Petróleos incendios y destrucciones hoy es amoroso; o un Quadrí que supongo debe ser una persona respetable pero sin conocimiento de lo que pretende ser, no jóvenes, en esto discrepo con ustedes; se tiene que elegir a alguien que sepa. Para permitir que te operen, buscas un cirujano que sepa, no uno que medianamente sepa o uno que no sepa. Si buscas seguridad debe ser alguien que entienda, esa seguridad solo te la puede dar alguien que haya manejado la política exitosamente y que sus cuentas públicas sean claras. Saben a quien me refiero por ello no lo digo, pero piensen más que todo en su futuro, pues ustedes son el futuro de la nación.
¡Soy 264! por mi edad, pero quiero a México y deseo que mis descendientes como ustedes, logren triunfos verdaderos no llamaradas Chauvinistas ni desangeladas excursiones, piensen con detenimiento no en las rodillas o con la pasión o la hormona, vean lo que viene que no será nada fácil. Ustedes y México ganarán si eligen bien, no lo DUDEN.
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