México, D.F.
Fue el territorio puma el que dio la bienvenida a la que llamaron “Primavera Mexicana”. Era un enjambre de unas cinco mil personas las que transitaban por las “Islas” de Ciudad Universitaria, para encontrarse en la primera asamblea general de estudiantes del #YoSoy132.
Este miércoles, en lo que fue un intento por organizarse, el movimiento creció, creció y creció. No sólo en apoyo de otras universidades públicas y organizaciones de la sociedad civil, sino en propuestas para armar una agenda nacional de acciones que no se quedará en las elecciones del 1 de julio.
La jornada de más de ocho horas, nada extenuante para los universitarios, iniciaba con un pronunciamiento leído por un ex alumno de la UNAM, Sandino Bucio: “Tenemos los ecos del 68 ardiendo en nuestras manos”.
El orden del día daba paso al saludo de todas las representaciones ahí congregadas. ”Gracias por aceptarnos en su casa, vamos a devolverle el poder al pueblo de México”, gritó Saúl Alvidrez, estudiante del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe, quien desató aplausos unánimes.
“Se derriban los muros artificiales que acusaban que las universidades públicas y privadas no podían trabajar por el bien de México”, gritaba Antonio Attolini, alumno del ITAM.
Siguieron los representantes de la UNAM, la UAM, de la Autónoma de Sinaloa, de la Autónoma de Chapingo, de la Universidad Panamericana, del SME, del STUNAM, de Atenco, Unitec, Cinvestav, IPN, diversas organizaciones civiles y así, hasta completar el paso de 74 voceros, entre las goyas, los huelums, y los gritos de “¡Hasta la victoria siempre!”, del comandante Che Guevara.
De las 15 mesas de discusión acordadas, la número dos fue la más concurrida, polémica, y en la que por algunos momentos parecía que no se alcanzaría consenso, pues los estudiantes debían establecer si se definían como un movimiento anti-Peña.
Una más que congregó a decenas de estudiantes fue la mesa 4, que definiría la organización del movimiento. También hubo mesas de arte y cultura, de medios de comunicación, de ciencia y salud, de arte y cultura de políticas educativas, de violencia y represión, agenda poselectoral y memoria histórica, entre muchas otras.
Todos tomaban la palabra, se agregaba un espontáneo, se repetían propuestas una y otra vez.
La Asamblea General Estudiantil leyó sus resolutivos y a las 20:45 dejaba clausurado el acto, no sin dar un mensaje final.
“Somos un enjambre que se sale de las manos del gobierno, somos un enjambre que se sale de la mano de los medios, el día de hoy demostramos que somos unidos que podemos dialogar que podemos mezclar el universo de nuestras ideas con las de otros esto apenas es el inicio del estallido, este es el fin de la imposición”.
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