México, D.F.-
Una fotografía en la que apenas aparece su sombra reflejada en el piso, un ejemplar del libro “Trabajar cansa, laborar estanca”, de Cesare Pavese que está completamente subrayado, una relación casi paternal con un luthier que construye un cello y al tiempo le cuenta historias, una canción de cuna que al paso del tiempo se le ha convertido en marcha fúnebre son las pocas cosas que Leo tiene de su padre, un hombre del que guarda bien pocos recuerdos.
Con esas pocas cosas, este músico que ha perdido a su madre -la persona que más podría haberle contado del padre-, que también ha perdido a su hijo pues éste decidió dejar la casa e irse lejos, trata de reconstruir la historia y la vida del padre, al tiempo que reconstruye su propia historia y anhela reencontrar su voz creativa.
Leo es el personaje principal de “Fuga en Mí menor”, la nueva novela de la narradora, poeta y académica Sandra Lorenzano, en la que no sólo relata la búsqueda de hombre por darle rostro a un padre que se llevó la guerra, sino también una historia que le sirve a la narradora para hablar del proceso creativo, pero no desde la escritura que sería muy sencillo y común, sino desde la vocación creativa en la música.
“El personaje principal de la novela es en realidad una sombra, en gran medida toda la novela será la búsqueda de esa sombra, la necesidad que tiene Leo, este personaje solitario, de develar qué hay detrás de esa sombra, lo único que sabemos es que esa sombra corresponde a su padre y esta sombra va a ser finalmente la detonadora de la soledad de Leo”, señala la narradora en entrevista.
Sandra Lorenzano parte del hecho de que en todas las familias tiene mucha importancia aquello que no se dice, lo oculto y Leo va a tener que develar esta historia no dicha de su padre, del quien sólo conserva una fotografía en forma de sombra; para ello, le dio elementos que lo ayudarán en ese camino solitario para reencontrar su voz creativa y el rostro del padre.
Así, ocupa un lugar central Peter Bauer, el luthier que funciona como una imagen paterna para Leo y que le plantea la relación entre el arte y lo sagrado. “En el caso de la relación con Bauer era la posibilidad de redescubrir lo que tiene de artesanal el proceso creativo, lo que tiene de físico, ahí están los olores, la textura de la madera y la posibilidad de ir recuperando esa figura paterna que él ha perdido a través de la construcción del instrumento que su padre tocaba, que es el cello”.
Esta historia que tiene como contexto la Segunda Guerra Mundial, cuando el padre toma la decisión de sumarse a la lucha con la esperanza de poder dejarle a su hijo un mundo mejor, con lo que se convierte en una sombra, está construida con sonidos y también con silencios, con frases tomadas de Cesare Pavese y de María Zambrano.
A cada tanto, la novela construida por Sandra Lorenzano alude a la música, hay pentagramas que se intercalan en el relato, pero también está cargada de musicalidad a través de dos frases de Pavese y de Zambrano, en las que insiste: “Para enseñar a los suyos tanto silencio” y “Escribir es defender la soledad en que se está”.
Detrás del proceso creativo
Sandra Lorenzano, quien alterna la escritura con su desempeño como vicerrectora académica de la Universidad del Claustro de Sor Juana, asegura que Leo, el personaje, no sabe -como sí lo sabe el lector de su novela- que él tendrá que ir develando la historia de esta sombra para poder entender quién es él mismo y recuperar su voz creativa que es algo que ha perdido.
“Ese es un poco el fantasma de cualquier persona que se dedica a la creación, es el fantasma de cada mañana cuando nos sentamos frente a la partitura, a la página en blanco, a la tela donde pintar, es el fantasma que todos aquellos que trabajamos con lo creativo sentimos; pero en Leo este fantasma se convierte en realidad y él pierde su capacidad creativa, él no sabe pero nosotros sí, que el que él recupere su capacidad creativa va a depender de que devele la historia de la sombra”, cuenta la autora de la novela Saudades.
La novela que ha sido publicada por Tusquets Editores es la reiteración al asunto del proceso creativo; también hay en ella un interés por cuidar al máximo la estructura, dice Lorenzano: “Escribo narrativa como escribo poesía, cuidando cada palabra”. La autora se guía por el sonido, por lo que significa en términos de creación de imágenes, por darle ritmo y cierta musicalidad.
“En esta posibilidad de exploración del proceso creativo me interesó trabajar con una disciplina artística que tiene como elementos los más inasibles de los elementos de las disciplinas artísticas que son los sonidos y los silencios, los silencios que son un tema tan recurrente en todo lo que hago y que son tan importantes aquí. Era explorar cómo es el proceso creativo de alguien que crea a partir de los sonidos”, dice.
Así lo hizo, tejió una historia de soledades y fantasmas con el relato del proceso creativo en “Fuga en Mí menor”, que se presenta el jueves en el Centro Cultural Bella Época (Tamaulipas y Benjamín Hill. Condesa); 19:00 horas.
Discussion about this post